Hace algunos días, habíamos recibido la triste noticia de que muchos clubes podrían quitar el apoyo a su equipo femenil, debido a que no encontraban la manera de solventar los gastos del mismo.

En la conferencia de prensa previa al encuentro frente al Toluca, a Pedro Caixinha le consultaron acerca de esta problemática. Su respuesta, más allá de la intención que tuvo, no fue la correcta.

"No juego con faldas", sentenció el entrenador del Cruz Azul, ante la mirada atónita de las personas presentes. Segundos después, abandonó la sala y evitó cualquier tipo de cuestionamientos.

Lo cierto es que el futuro del fútbol femenil pende de un hilo, y este tipo de declaraciones no ayudan para nada.