La gente de River, de cara a las semifinales del Mundial de Clubes, aprovechó la noche árabe para congregarse en un punto pactado.
El lugar elegido fueron los alrededores del mundialmente conocido Burj Khalifa, el abismal rascacielos que tiene Emiratos Árabes Unidos.
Lentamente, la gente del Millo comenzó a reunirse y lógicamente los cánticos empezaron a hacer su puesta en escena de a poco.
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La fiesta era total. Los hinchas del elenco de Núñez, sin bombos y a puro pulmón, cantaba sin cesar para festejar la victoria ante Boca por la Copa Liberadores y mantener vivo el sueño de lograr dar el batacazo en el Mundial de Clubes.
Sin embargo, según detalló TN, todo terminó en cuestión de instantes cuando efectivos policiales del país organizador forzaron a los fanáticos a dejar de gritar y dispersarse de forma pacífica y sin problemas, dado que no se podían provocar disturbios en dicha zona.
