La vergonzosa imagen que dejó Myles Garrett en el partido de jueves por la noche de la semana pasada impactó duramente en los fanáticos del futbol americano. Su agresión a Mason Rudolph, golpeándolo con su propio casco en la cabeza desprotegida, generó indignación y le valió una dura sanción.

La NFL emitió rápidamente un dictamen en el que lo suspende por tiempo indefinido, aunque el jugador pudo dar su visión el miércoles. Aun así, la liga sostuvo su decisión y el egresado de Texas A&M deberá esperar hasta después del Super Bowl para solicitar su reincorporación.

Sin embargo, lo que más sorprendió de la audiencia del miércoles fue la acusación de Garrett a Rudolph, quien, supuestamente, habría proferido insultos racistas que provocaron su agresión. Desde luego, y como dijo el coach de los Indiannapolis Colts, Tony Dungy, no hay insulto que justifique una reacción así de un profesional, pero sin dudas que cambia el panorama de la situación.

El defensivo volvió a hablar tras su audiencia y luego de que el entorno de Rudolph negara las acusaciones y dijo: “Se lo que oí. Ya sea que mi oponente lo dijo por frustración o ignorancia, no puedo saberlo. Pero sus acciones no justifican mi falta de control en ese momento y me arrepiento sinceramente del impacto que esto ha causado en la liga, los Browns y nuestros devotos fanáticos”.

La NFL ya dijo que investigará la posibilidad de que el mariscal de los Pittsburgh Steelers haya hecho algún comentario racista e indicaron que, de momento, no hay evidencias al respecto.

De cualquier manera, Garrett se mostró crítico sobre la filtración de su denuncia, hecha a puertas cerradas en una reunión con las autoridades de la liga: “Me aseguraron que la audiencia me permitiría hablar honestamente sobre el incidente que llevó a mi suspensión. Esto (su versión de los hechos) no eran para difundirse ni es este un conveniente intento de justificar mis acciones o de restaurar mi imagen a los ojos de los que decepcioné”, dijo.

Por ahora, habrá que ver si la NFL encuentra evidencia de algún insulto racista por parte de Rudolph, aunque eso solo afectaría la sanción al jugador de Pittsburgh y no la de Garrett, a quien no veremos en uniforme por algunos meses.