Es cada vez más común observar jugadores de talla mundial medirse ante los fanáticos rivales, muy a pesar de los estatutos que establece la liga al respecto de esto.
Esta vez, el encargado de armar el show fue Blake Griffin, que se enardeció contra un fanático de los Timberwolves e incluso logró que lo echaran del estadio.
Con tan solo 14.4 segundos por disputar en el tiempo suplementario, el fanático gritó improperios al ala-pívot de losPistons, que tuvo que ser contenido por sus compañeros para evitar que se volcara sobre él en la tribuna.
Eventualmente, el fanático fue expulsado de la arena y los Pistonsse llevaron un duro triunfo a domicilio 129-123.
En el partido, fue precisamente Griffin el jugador más destacado, anotando 34 puntos con 8 rebotes, 4 asistencias, 5 triples y un bloqueo.