Kawhi Leonard nunca fue considerado un recluta de élite, y llegó a la NBA apenas como el 15 pick de la primera ronda como una apuesta muy arriesgada del veterano Gregg Popovich hace algunos años.

Hoy por hoy, Leonard es uno de los jugadores más determinantes de todos los tiempos en ambos costados de la cancha, y lideró a los Toronto Raptors hacia su primera final y primer campeonato en la historia de la franquicia.

Ahora, gracias a su excelente desempeño durante toda la postemporada y los seis partidos de las Finales, el otrora Jugador Defensivo del Año volvió a conseguir un premio al Jugador Más Valioso de las Finales.

Gracias a sus promedios de 28.5 puntos, 9.8 rebotes y 4.2 asistencias en 43% de campo, Leonard se convirtió en el segundo jugador de la historia en ganar el premio al MVP de las Finales en las dos conferencia, así como el segundo en lograrlo con dos equipos distintos, y el tercero en ganarlo con dos equipos distintos.

Leonard ya había conseguido esta distinción durante su periplo con los San Antonio Spurs en 2014, cuando le puso punto y final a la dinastía del Miami Heat comandada por LeBron James, Dwyane Wade y Chris Bosh.

Ahora, Leonard le puso fin a otra dinastía, la más dominante de los últimos 5 años: la de los Golden State Warriors, destronando a jugadores del calibre de Stephen Curry, Klay Thompson y Kevin Durant.

Su futuro sigue siendo una incógnita, pues se convertirá en agente libre este verano, pero tras el éxito conseguido, se presume que podría extender su vínculo con la franquicia canadiense por 5 años más.