Como si la temporada de los Lakers no fuera suficiente, LeBron James sigue alimentando a sus críticos aún cuando ya prácticamente todo está perdido.

Y es que, a pesar de que el equipo ya está descalificado de la lucha por los playoffs, LeBron se rehusó a tomarse el resto de la campaña libre y decidió tratar de ayudar a su equipo en su batalla frente a los Washington Wizards.

No obstante, el Rey protagonizó uno de sus momentos más vergonzosos de toda la temporada, cuando lanzó lo que bien podría considerarse el peor tiro libre de su carrera.

James fue a la línea en el primer cuarto del compromiso en el Staples Center y, cuando intentó su lanzamiento desde la línea de los suspiros, ni siquiera tocó el aro.

LeBron nunca se ha caracterizado por ser el lanzador más certero desde la línea, claro que, cuando fallaba, al menos lograba embocar hacia el tablero.

Al final del día, sin embargo, se reivindicó con 23 puntos, 7 rebotes, 14 asistencias, 1 triple y 1 robo y sus Lakers ganaron un partido sin importancia 124 por 106.