No es para menos. El regreso de los Golden State Warriors tras el receso de la NBA producto del Juego de las Estrellas, no fue el de los mejores, ya que fue derrotado categóricamente por Los Angeles Clippers, en Staples Center, por 104-130, generando el enojo de su máxima figura, el escolta Stephen Curry.

Si bien tuvo un rendimiento bastante pobre en California, donde apenas convirtió 14 puntos, cuatro rebotes y tres asistencias en 27 minutos de juego, sus compañeros no lo hicieron mejor, ya que no pudieron contener a un imparable Kawhi Leonard, que fue la figura del encuentro, con un registro de 28 puntos, nueve rebotes y cuatro pases para anotación.

La amplia diferencia que existía en el marcador y el pésimo rendimiento de los Warriors provocó el día de furia de Curry, quien durante un tiempo muerto le gritó a todos los jugadores para que pudieran mejorar su juego, algo que de poco finalmente sirvió por el resultado final, pero que no dejó de llamar la atención de todos.

El "día de furia" de Stephen Curry
 

Al término del partido, se le consultó al Chef por la actitud que tuvo con sus compañeros en esta incidencia y reconoció que no se trató de una reprimenda hacia ellos, sino que de buscar levantarles el ánimo, pues veía poca actitud competitiva entre sus pares.

"Siempre se trata de lo que está sucediendo en el momento (del partido). Eso es solo básquetbol, yo sólo trato de aportar competitividad y liderazgo de diferentes formas", afirmó Curry. 

 

 

El hecho sucede luego que el gerente general de los Warriors, Bob Myers, confirmara que se mostrarán activos y agresivos en busca de un traspaso antes del deadline para adquirir jugadores.