En el partido ante los Hawks de Atlanta, uno de los peores equipos de la temporada, los Lakers debieron sufrir mucho más de la cuenta al derrotarlos in extremis 107 pot 106.

Y es que, con el reloj agonizando, LeBron James falló un par de libres para ponerse en ventaja, pero un rebote ofensivo de Kyle Kuzma le devolvió la vida a los angelinos.

El alero fuerte logró lanzar al canasto con tan sólo 15 segundos en el reloj de juego, pero falló; a lo que LeBron James pudo corregir con una clavada milagrosa para poner a su equipo en ventaja.

Sin embargo, el drama no terminó ahí, pues Trae Young tuvo la oportunidad de ganar el compromiso en la última jugada. Tras dejar a Brandon Ingram en el camino con su agilidad para driblar, el novato lanzó una flotadora que fue apenas desviada por Tyson Chandler con la yema de sus dedos.

Así, los Lakers consiguieron una nueva victoria impulsada por dos de sus refuerzos estrella para esta campaña, y tal parece que finalmente cuentan con el protector del aro que tanto necesitaban.