Cuando un equipo empieza a fallar, lo primero que se ve es quiénes son los jugadores responsables. Sin embargo, cuando el mal rendimiento es general, todas las miradas se posan sobre los entrenadores.
Por ese motivo, la mala temporada de los New York Jets ha puesto en jaque el futuro del head coach Adam Gase, que llegó a la franquicia apenas en enero de este año. Por si fuera poco, hasta ocupó el puesto de gerente general en forma interina, entre el despido de Mike Maccagnan y la contratación de Joe Douglas.
El cambio de dirección ilusionó a los fanáticos, pero rápidamente sus expectativas se derrumbaron. El inicio de 0-4 tuvo una pequeña mejora con el triunfo sobre los Cowboys, pero, tras 10 semanas, marchan 2-7, últimos en la AFC Este y rumbo a tener uno de los primeros cinco picks del Draft 2020.
Por eso, el CEO de los Jets, Christopher Johnson, hizo una contundente declaración sobre el futuro de Gase en el equipo durante las últimas horas. El ejecutivo – y no el gerente general – anunció que la continuidad del entrenador no corre peligro. Según adelantó, no harán cambios en el staff fuera de temporada, por lo que intentarán construir alrededor de lo que ya tienen.
De este modo, parece que la directiva no ha hecho caso a los fanáticos que juntaron dinero y…volaron por la ciudad con un cartel que rezaba “Despidan a Adam Gase”.
Gase tiene una larga trayectoria como entrenador, pasando por el nivel colegial en LSU como asistente y ocupando distintos puestos como entrenador de posiciones en los Lions y los 49ers. En 2009 llegó a Denver Broncos, donde fue coach de receptores tres años hasta su ascenso a coordinador ofensivo, puesto que mantuvo hasta 2015. Tras una temporada en la misma posición, pero en Chicago, los Miami Dolphins le dieron el puesto de entrenador en jefe, lugar que ocupó hasta 2018.