El máximo mandatario de Estados Unidos, país que dio a conocer los escándalos del ente madre del fútbol mundial, exigió a la institución “integridad y transparencia”. “Es un juego, también es un negocio”, analizó.

Las acusaciones de los funcionarios de FIFA es una red de interrelaciones, desde sobornos por Mundiales hasta la extraña realización de la Copa América Centenario 2016 en Estados Unidos. Así es que Barack Obama, presidente del país que actúa como fiscalía en el caso, manifestó su relevante opinión al respecto: “Sólo quiero que una institución como la FIFA, opere con integridad para asegurar que se lleva a cabo de forma vertical un deporte que está ganando popularidad”.

Con diplomacia, y sin referirse a las operaciones de la justicia norteamericana, Obama en una cumbre del G7 en Alemania puntualizó la responsabilidad del ente rector: “Es un juego, también es un gran negocio… y es importante la transparencia y rendición de cuentas”.

Es un juego, y también es un gran negocio.

Al ser consultado sobre la investigación de siete funcionarios de la FIFA por corrupción, el presidente no pudo evitar sentirse incómodo ante la pregunta. Prefirió reservarse las declaraciones sobre el accionar de la fiscalía estadounidense, aunque día atrás elogió a Loretta Lynch, la fiscal general de los Estados Unidos.

+Obama se refirió en una cumbre del G7 a los escándalos de la FIFA:

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+Maradona quiere ser vicepresidente del ente madre.

+Marruecos habría ganado como sede del Mundial 2010.