La temporada de las Grandes Ligas esta en marcha y con una campaña recortada a 60 juegos los peloteros saben que cada victoria será fundamental en las aspiraciones de poder estar en la Postemporada. Por eso, en los estadios de béisbol se está dejando todo, absolutamente todo, en el terreno.

En el juego de este sábado entre Pittsburgh Pirates y Detroit Tigers sucedió una jugada que tuvo uno de los momentos más angustiosos de lo que va de la temporada. En la parte alta de la sexta entrada, Miguel Cabrera se paró en la caja de bateo y como siempre, al bateador lo esperaron con formación especial.

Cabrera conectó un fly elevado y el primera base de los Pirates, Phillip Evans, corrió a toda velocidad para tratar de conseguir el out en terreno de foul, pero con lo que no contaba el pelotero es que su compañero Gregory Polanco también iba en la misma dirección y ¡puuum! 

Los dos jugadores chocaron y quedaron aturdidos en el terreno. El silencio de los peloteros se apoderó del estadio PNC Park, y aunque Polanco se reincorporó tras unos segundos, Evans no corrió con la misma suerte ya que tuvo que salir en camilla del campo del juego rumbo a una ambulancia.

Una vez terminó el juego con victoria de los Tigers por 11 a 5, el manager de los Pirates, Derek Shelton, le afirmó a la prensa que Phillip Evans fue traslado a un hospital local para ser evaluado, pero que salió consciente del juego y pudo contestar a las preguntas del personal médico.