Salvo por alguna jugada aislada, como el remate de media distancia de Exequiel Palacios, el primer tiempo entre River y Gremio estuvo lejos de ser entretenido.

Sobre el final y justo antes del descanso, todo el Monumental se puso de pie para protestar una supuesta infracción.

Todos en el dueño de casa pidieron una mano de Walter Kannemann, quien cerró con lo justo el ataque del Millonario.

En la repetición se vio claramente como el balón dio en el pecho del defensor argentino y el árbitro no debió consultar el VAR.