El miedo de los equipos que viajan a Brasil ya se volvió costumbre. El ambiente hostil que se presenta, se complementa de forma no grata con los disturbios y molestias que ocasionan las hinchadas de los elencos locales.
El caso más relevante que hubo en este último tiempo fue cuando Independiente viajó al país vecino y no obtuvo un buen descanso por los fuegos artificiales que arrojaron los hinchas de Santos.
Según detalló Olé, el plantel de Riverpudo tener un descanso grato de cara al cotejo trascendental que se avecina contra Gremio.
Algunos hinchas del elenco local, aparentemente, arrojaron unas bombas de estruendo en la madrugada en Porto Alegre.
Sin embargo, las mismas apenas afectaron a la delegación del elenco argentino, la cual se ubicó en un punto estratégico para no sufrir molestias.