El serbio Uros Vitas quiso tener un gesto de amor con su pareja, pero ella quedó muy molesta con la forma en la que la llevará en su piel. ¡Marche una cirugía!
Quiso sorprenderla, pero la historia no terminó nada bien. El jugador del Mechelen de Bélgica se tatuó a su mujer, quien lejos de morir de amor sufrió un ataque de cólera luego de ver que el retrato no era nada fiel a su imagen.
El romántico Uros Vitas no tuvo mejor idea que mostrar su nuevo tatuaje en las redes sociales antes de que lo vea la musa inspiradora, algo que molestó todavía más a su enamorada.
Habrá que ver si el serbio decidirá ahora quitar de su cuerpo el rostro de su mujer o si logrará convencerla con el viejo dicho de que lo que vale es la intención.