14 equipos. 9 países diferentes. Sin embargo, Sebastián Ribas parece haber encontrado su lugar en el mundo en Paraná, Entre Ríos.

 

A sus 29 años, el delantero uruguayo se convirtió en el goleador del campeonato argentino tras igualar a Darío Benedetto con 9 anotaciones. El mérito quizás sea aún mayor porque Ribas los anotó jugando para Patronato, equipo que pelea por permanecer en Primera División.

Surgido en Juventud de Las Piedras, el punta emigró rápidamente al Inter de Milán, donde no logró asentarse. Deambuló varios años por Europa, pasó por Dijon de Francia, donde fue goleador, Genoa, Sporting de Lisboa y Cartagena de España antes de volver al fútbol uruguayo. 

 

Su contratación fue una apuesta: llegó proveniente del Karpaty Lviv ucraniano, donde no tuvo demasiado rodaje. Sebagol, como le apodaron en sus inicios, se ganó a toda la hinchada del Patrón a base de goles y ya se ilusiona con ser el salvador de un equipo que necesita goles para seguir viviendo en el sueño de primera.