28 años después del famoso Bidón de Branco, en el fútbol colombiano volvió a darse una situación que poco tiene que ver con la ética del fútbol.

Se enfrentaban Atlético Bucaramanga y el Deportivo Independiente Medellín por los cuartos de final del Torneo Clausura. 

Los locales vencieron 2 a 0, pero el resultado global hizo que el DIM se metiera entre los cuatro mejores equipos de Colombia.

Al finalizar el encuentro, Octavio Zambrano, DT del equipo vencedor, denunció un fuerte olor que mareó a sus futbolistas en el vestuario.

 

 

Tras un largo rato de requisa, allegados al DIM hallaron una bolsa de alcanfor, una sustancia que puede causar irritación de las vías aéreas, congestión bronquial o broncoespasmos, cirrosis hepática, irritación de la piel e incluso asfixia, según reportes médicos.

Por suerte, el juego sucio no ganó esta vez y el equipo de Medellín se llevó la clasificación. Ahora, aseguran que irán hasta las últimas consecuencias para que los de Bucaramanga no se la lleven gratis. ¡Así no!