Tigres buscaba y buscaba y no encontraba la ventaja contra Necaxa en el Estadio Universitario de Monterrey hasta que André-Pierre Gignac le solucionó todos los problemas nuevamente.

Luego de un muy buen desborde por la derecha, al delantero francés le quedó el balón detrás de su cuerpo y entonces llegó la maravilla: con un taco fuerte y memorable anotó el 0-1 a los 34 minutos.

El movimiento que hizo el galo fue fenomenal porque inclinó el cuerpo de tal manera que los zagueros no lo pudieran incomodar y luego la clavó al lado del poste de Hugo González.

El exportero de América apenas pudo mirar la pelota y entonces Gignac se escapa bien arriba en la tabla de goleo, en la que parece que luchará hasta último momento con Rogelio Funes Mori.

Gignac ya acumula cuatro años en el conjunto Regiomontano y ha sido figura casi siempre en los títulos de la mano de Ricardo Ferretti.