En un Superclásico que terminó con cinco expulsados, el Millonario fue más y le ganó 1-0 a Boca. Pisculichi marcó de penal en un encuentro más friccionado que jugado.
Si hay Superclásico, no hay amistoso. Así vivió desde el comienzo la primera gran cita del año entre los clubes más grandes de Argentina. La intensidad -y hasta la fricción- ya se sentía desde el pitazo inicial.
Lo demostró la expulsión del refuerzo Xeneize Jonathan Silva a los 10′, como también las reiteradas infracciones en la mitad de cancha de ambos equipos. No obstante, fueron destacadas las oportunidades en que Daniel Osvaldo y Andrés Cubas pudieron haber visto el segundo tiempo desde el vestuario.
En medio de un Boca sin cabeza, River aprovechó la que tuvo, que fue autoría de un desconocido Carlos Tevez. Pisculichi cambió por gol una grosera mano del Apache y abrió el marcador en el Minella desde el tiro penal.
El segundo tiempo fue otro partido. El Xeneize, con Jara en cancha para rearmar la última línea, jugó con otra intensidad. Así fue hasta la expulsión de Peruzzi, que decantó en un partido que terminó con más tarjetas rojas que emociones.
Al final, el encuentro entró en terreno pantanoso: Díaz vio la expulsión y al rato corrieron el mismo camino Maidana -por un cabezazo a Tevez- y Pisculichi.
Claro triunfo del Millonario, quien fue mucho más que su rival y dejó en claro quién es el que está mandando en los últimos superclásicos.
+ La expulsión de Silva (10′ 1T):
+ La expulsión de Peruzzi (20′ ST):