Luego de confirmarse más casos en todo el suelo nacional, el gobierno de Argentina, con Alberto Fernández a la cabeza, oficializó la cuarentena obligatoria en todo el país para afrontar la expansión del coronavirus.
En consecuencia, en caso de ser divisada en la calle, la persona que no pudiese justificar su presencia en la misma pasaría a afrontar castigos penales y económicos, además de correr el riesgo de ser detenido por la policía.
Pese a que la orden dictaminada por los políticos fue más que clara, todo indica que muchos ciudadanos del país no tomaron conciencia del delicado momento que Argentina y el mundo atraviesan.
Según informó Clarín a través de su sitio web, hasta el día de la fecha se registraron más de 6.000 detenciones de distintos civiles que incumplieron con el proceso de aislamiento obligatorio.
Además, mientras que a más de mil personas se les incautaron sus correspondientes vehículos, se reportó que más de 200.000 fueron derivadas a sus hogares por no presentar la documentación necesaria para justificar su presencia en la vía pública.