Prácticamente ausente desde lo futbolístico, Teófilo Gutiérrez jugó de todas maneras un partido aparte con la hinchada de Boca, que desde hace tiempo lo tiene como uno de sus grandes enemigos.
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Desde que se anunció su nombre por altoparlantes, recibió los insultos de casi todo el estadio. Él no se achicó y provocó cada vez que pudo. Hasta allí, parte del folclore del fútbol, cuyos límites quedarán para otra discusión.
Sin embargo, y le pese a quien le pese, Boca volvió a incurrir en una actitud antideportiva en Copa Libertadores, porque no infló las mangas al final del primer tiempo, para que Junior de Barranquilla pudiera retirarse rumbo al vestuario.
Teo, y todos sus compañeros, debió salir de frente a los hinchas que hacían fila para insultarlo e intentaron superar el acrílico con objetos varios, con el ex-River como objetivo principal. Por esas cosas del destino, esta vez terminó el partido y Boca sumó su primer triunfo en la Copa Libertadores 2018.