La serie de octavos de final de la Copa Libertadores ante Riverfue una verdadera pesadilla para Ricardo Centurión, que no logró nunca, a lo largo de poco más de 180 minutos de juego, provocar el daño futbolístico que había prometido desde sus declaraciones apenas se dio a conocer cuál sería el rival de Racingen el mano a mano.
Terminó de la peor manera, con goleada en contra y expulsión, aunque esta vez no fue él el iniciador de la provocación sino Enzo Pérez, con una burla cobarde cuando el partido ya estaba liquidado y se iba reemplazado por Rodrigo Mora. Claro, después se le cruzaron todos los cables a Centurión.
Tras ver la roja, hizo un gesto provocador a los hinchas de River, pero terminó por ofender más a los de Racing cuando se marcó en reiteradas ocasiones la franja de la camiseta de Boca y recordó un triunfo 4-2 del que fue protagonista con el Xeneize.
Para peor, los cuatro dedos a los hinchas de River le costarán a Ricky más que la sanción que decida aplicarle la Conmebol, porque la Policía de la Ciudad de Buenos Aires decidió labrarle un acta por incitación a la violencia. Si bien el castigo por esta contravención va de uno a cinco días de cárcel,el ex Boca podría ser obligado a realizar trabajos sociales.