Darwin Quintero fue uno de los grandes ovacionados de la noche en el estadio Agustín Coruco Díaz, no precisamente por marcar alguno de los goles con los que Las Águilas se impusieron 4-1 ante Zapatepec.

El colombiano protagonizó un episodio muy particular cuando uno de los aficionados que invadió el campo de juego sobre el final del encuentro se acercó a él y fue interceptado por la seguridad del evento.

Quintero supervisó en primera instancia que el espontáneo no sufriera ningún daño y luego, viendo que no podría evitar que lo llevaran detenido, lo consoló regalándole su camiseta.

Este hecho provocó que todo el público ovacionara al colombiano por su gesto, sin distinción entre aficionados del América o de Zapatepec.