Por más extraño e insólito que parezca, esta temporada de la NFL nos dejará una de las imágenes menos esperadas en la historia de la liga. Por primera vez en su carrera, Tom Brady no vestirá el uniforme de los New England Patriots y en su lugar, será el nuevo mandamás ofensivo de los Tampa Bay Buccaneers.
Evidentemente, existen múltiples teorías en torno a por qué Brady tomó la drástica decisión de decirle adiós a Massachusetts después de dos décadas con la organización. Asimismo, la mayoría de estas teorías apuntan a una ruptura con su relación con legendario entrenador Bill Belichick.
El estratega, sin embargo, no se hace problemas con estos rumores y simplemente no quiere seguir abordando el tema. Y es que, con una temporada llena de incertidumbre en el horizonte, Belichick quiere que se deje el tema de Brady a un lado para enfocarse en los que sí se quedaron en el equipo:
“Ya es agua pasada. Realmente estamos enfocados en esta temporada y tratar de explorar todas nuestras oportunidades para tomar las decisiones correctas y prepararnos para ser lo más competitivos que podamos este año”, declaró el entrenador ante la prensa, añadiendo que cuenta con un “grupo interesante que probablemente tiene buena profundidad”.
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Belichick ha sido sumamente frío y pragmático en sus declaraciones y acciones a lo largo de toda su carrera y no piensa hacer una excepción por nada ni por nadie, ni siquiera por el mariscal de campo con el que logró conseguir seis trofeos Vince Lombardi en nueve viajes al Super Bowl.