Un aficionado no vidente fue la estrella de la jornada en el partido que su equipo perdió contra el líder Toluca.
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La familia Zubia fue desde Chihuahua hasta el Estadio Olímpico Universitario de CU pura y exclusivamente para cumplir el sueño de Octavio, un joven ciego que quería apoyar a su equipo al menos una vez en vivo. Así caminó por los alrededores del inmueble mientras su padre, del mismo nombre, lo guiaba, y su bastón, de color verde, la ayudaba a conocer de diferente manera la casa del equipo de sus amores.
“No sólo con los ojos se ve, me da mucha emoción”.
“Vengo emocionado, en mi corazón comienza la aceleración, ya que es demasiada gente para lo que estoy acostumbrado. No sólo con los ojos se ve. Sentir el ambiente, a veces hasta la misma gente lo narra… Ya con el simple hecho de estar en el Estadio es mucha emoción, no sólo es con los ojos”, manifestó el fanático que llamó la atención en las tribunas por su fidelidad a los colores.
“Es una emoción muy intensa venir aquí con ‘Tavito’, como no puede ver, le platico que está tal jugada, lo que pasó”, agregó luego su papá conmovido. El fútbol también tiene estas hermosas historias.