Parecía que los Xolos remontaban, con diez hombres, pero la Fiera volvió a brillar en los últimos minutos y se quedó con la serie. El partido terminó 3-2. Moreno, Corona y Rodríguez para los locales; Boselli y Montes para León.

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El superlíder de la temporada regular fue eliminado en cuartos de final. Suele pasar, por eso ya lo han bautizado: la maldición del superlíder. Esta vez la sufrió el conjunto de los Xolos de Tijuana. Los dirigidos por Miguel Herrera venían con buen cartel, pero en el partido de ida hipotecaron con una goleada en contra por 3-0 ante León, su condición de favoritos. En la vuelta, terminó el sueño con la eliminación sin embargo de la victoria 3-2.

El partido tuvo polémica desde el arranque: a los 12 minutos hubo un aparente penal cometido por el arquero Yarbrough sobre Avilés Hurtado, el árbitro central no lo dictaminó, pero al parecer la presión fue suficiente para convencer al juez de línea que finalmente, después de casi un minuto, corrió hacia su posición de penal y el central no tuvo otra que señalar el manchón. Moreno cambió la pena máxima, por gol.

Casi a jugada seguida, el brasileño Juninho pegó una patada descalificadora y fue expulsado, dejando a Tijuana con uno menos y aún lejos del milagro que, sorpresivamente, consiguió antes de los 45 minutos. A los 41, Yesser Corona marcó la segunda pescando un balón en el área y, dos minutos después, el argentino Guido Rodríguez convirtió la tercera estallando de júbilo al Estadio Caliente. Todo esto, con 10 jugadores.

El segundo tiempo fue todo de la Fiera, pero pasaban los minutos y cuando todo parecía indicar que los Xolos se clasificaban a la semifinal, llegó la jugada diferente, que cayó en la cabeza de Boselli que no perdonó y adentro, golazo. El golpe fue demasiado duro para los Xolos que, por bajar los brazos se comieron, en seguida, el segundo. El dominio visitante era claro y se cristalizó con el gol de Luis Montes, que cobró el cansancio de los locales.

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