A casi dos semanas de tener que reanudar su participación en la Copa Libertadores,Bocasufrió un brote masivo de casos positivos de COVID-19 y suspendió los entrenamientos por 72 horas. No obstante, quienes dieron positivo deberán estar sin entrenar a tope por diez días.
Este martes, después del comunicado delXeneizey las mil y una versiones que se había barajado antes,Ruben Argemi, médico del plantel, respondió todas las preguntas enSuperfútbol.
“Fuimos un poco permisivos en áreas de entrenamientos pero no en ámbitos sociales“, reconoció el médico. Además, agregó: “No le encuentro explicación. Indudablemente, algún error se habrá cometido“. Informó que se realizaban testeos cada 72 horas y no hubo ninguna pista de tal brote.
“No teníamos otra manera de proceder. ¿Cuál es la otra alternativa? ¿Que los jugadores no jueguen?No sólo nos adherimos a los protocolos de Conmebol y de la AFA, sino también al decreto 14/2020 del Gobierno Nacional, y todos nos permitían hacer lo que hicimos“, manifestó.
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Por último, sentenció: “Los futbolistas son deportistas profesionales que tienen que entrenarse. Si no,no se puede competir. Yo entiendo todo ycuando uno en el fútbol pierde 4-0, es muy dificil explicar. Lo mismo pasó acá. Nadie me puede explicar a mí por qué un jugador tiene síntomas 30 horas después de haber dado negativo. Eso no está en ningún libro de fisiología“.