Este martes 10 de enero, Inter sufrió más de la cuenta ante Parma, equipo que en el marco de los octavos de final de la Copa Italia jugó bien, pero cayó 2-1 contra los lombardos, los vigentes campeones del torneo que pese a su juego discreto se metieron en la ronda de ocho mejores.
Desde el inicio los de Simone Inzaghi fueron los que más buscaron el partido, empezando por la posesión de la pelota y estando cerca del área rival, fue el argumento de los dueños de casa, que al paso del tiempo le fueron dando un segundo aire a la visita.
Eso sí, hay que decir que pese a la tenencia de los lombardos, no fueron muchas las ocasiones donde hicieron esforzar al experimentado e histórico arquero italiano, quien durante gran parte de la primera mitad no tuvo mayores sobresaltos en su área.
Claro está que al minuto 38, tras una buena jugada en conjunto, Simon Sohm de taconazo asistió a Stanko Juric, quien de primera intención y al borde del área grande remató con potencia al palo más lejano de André Onana, para poner a ganar y a solar a la visita. Así finalizaron los 45 iniciales.
Ya para el complemento, Inter continuó con su interés de mantener la pelota, pero aun así no hacía mayor daño en el área rival. Lo cierto es que como un salvador apareció el remate, desviado por demás, de Lautaro Martínez, quien firmó el 1-1, al minuto 88, y el partido se extendía al alargue.
Justamente en el tiempo extra, por más que aguantaron, los parmesanos fallaron en el marcaje, ya que al 110, Franco Acerbi, cabeceó un puñetazo cedido por Buffon y, aprovechando el letargo de sus marcadores envió el balón al fondo de las mallas por encima de la humanidad del histórico guardameta.
Los minutos finales fueron de trámite para los dueños de casa, quienes contaron en las tribunas con la amplia presencia de varios de sus jugadores titulares, que no se cansaron de alentar, vitorear y aplaudir a sus compañeros, que sufrieron para meterse a los cuartos de final.