El Mundo vuelve al ruedo y desvela más mensajes entre José María Enríquez Negreira y Fútbol Club Barcelona por el escándalo ´Barçagate’ que sacude LaLiga desde hace exactamente una semana. Mientras desde el Camp Nou anunciaron que pronto habrá rueda de prensa para explicarse, un nuevo burofax ve la luz y complica a Joan Laporta. Ocurrió el 3 de diciembre del 2018.
El ex vicepresidente del Comité Técnico Arbitral manifestó su enojo por dejar de cobrar en su empresa DASNIL 95 cuando justamente fue relegado de su cargo oficial en la Federalización. A diferencia del primer burofax publicado, es ahora el abogado de Enríquez Negreira quien nombra al presidente Joan Laporta, así como a otros que como Josep Maria Bartomeu, Joan Gaspart o Sandro Rosell, tenían comunicación directa con el hombre que ayer fuese acusado por su compañero de amañar una semifinal europea en 1984. La trama se sigue enredando.
“Desde el año 2003, la sociedad Dasnil 95, S.L., operada por el Sr. Enríquez, ha venido prestando servicios de asesoramiento técnico por indicación de los presidentes Sr. Laporta, Sr. Rosell y Sr. Bartomeu”, empieza el abogado del ex árbitro en lo que supone la primera confesión de tratos directos y sin intermediarios con la máxima cabeza del Barcelona durante 17 años. Había línea directa entre el Camp Nou y el CTA según dicho escrito.
“Favores prestados”
Esteban Urreiztieta, subdirector de El Mundo, explicó anoche en COPE que en el segundo burofax desvelado vuelve a hablarse de conocer ‘irregularidades’, de ‘confidencias personales y profesionales’, de ‘amenazas de contar todo o hacer saltar todo por los aires con males mayores’. Barcelona le habría pedido a Enríquez Negreira que solo podía trabajar para el club durante 17 años de manera exclusiva. Dicho hecho recordemos, es ilegal ante las normas de la Federación al tratarse de un directivo en activo y por ende, de un conflicto de intereses.
“Desde el año 2003 ha ido adaptando a la sociedad a las necesidades del FC Barcelona, contratando personal y formándolo para las estrictas necesidades del club, quien le ha exigido trabajar en exclusiva de tal forma y modo que no pueda prestar servicios a terceros”, más líneas de un burofax donde vuelve a confirmar como en la primera presidencia de Joan Laporta, Enríquez Negreira vio cuadruplicado su sueldo. Reclamada en 2018 más de 200.000 euros que habían quedado ‘pendientes’.
El nuevo mensaje y amenaza de Enríquez Negreira cierra dando un plazo de 10 días al club antes de contar todas las irregularidades, así como de desvelar como esos favores y confidencias transgredían de lo profesional a lo personal: “Después de tantos años de relación, de tantos favores prestados y de tantas confidencias compartidas…Un entendimiento que evitará males mayores y actuaciones nada deseables para ambas partes”.