Nuevo enojo de Kylian Mbappé por el Parque de Los Príncipes, donde los ojos de la prensa francesa vuelven a ponerse sobre Nasser Al-Khelaifi, Qatar y un club llamado PSG que nuevamente se encuentra en el ojo del huracán. ¿Hay problemas económicos en el macroproyecto de la capital francesa?

Todo parte de esa histórica renovación con la que el delantero de 23 años rechazase a Real Madrid para continuar en una Ligue 1 donde hasta el verano del 2025 las cuentas dan que PSG tendrá abonarle a Mbappé una suma cercana a los 630 millones de euros entre salarios, primas de renovación y premios como objetivos. Pese a que cueste creerlo, ya hay problemas para depositar dichas cifras en las cuentas del crack de Le Bleus.

L’Equipe es quien desvela como a finales del pasado mes de septiembre, desde la directiva del Paris Saint Germain se vieron atrasados durante varias semanas en el pago del sueldo de su estrella. Algo que no ocurrió ni con Lionel Messi ni con Neymar, quienes si cobraron en su totalidad los sueldos pactados con el club presidido por Nasser Al-Khelaifi. Mbappé, afirman desde Francia, ni mucho menos vio con buenos ojos dicho atraso.

Un fantasma llamado Fair Play Financiero

El medio de la capital gala deja en claro que si bien los retrasos del PSG con su estrella ya han sido cubiertos, no hubo explicaciones del club hacía Mbappé por esos atrasos en el pago de su sueldo de 70 millones de euros. Se argumentan problemas de flujo de efectivo, pero todo pasa por ver cómo evitar una catástrofe frente a la UEFA en el nuevo contrato de Kylian Lotin.

Nasser Al-Khelaifi y Aleksander Ceferin: Getty

El máximo ente del fútbol europeo y su Fair Play Financiero, afirman desde L’Equipe, se encuentran más que pendientes de como amortizará y justificará el conjunto galo las sumas por 630 millones de euros que habrá que pagarle a Kylian Mbappé hasta el verano del 2025. Recordemos que en apenas 45 días y tras dos años sin dicha normativa gracias a la pandemia, la Ligue 1 volver a pedir las cuentas del Fair Play Financiero a sus clubes. Alarmas prendidas en PSG.