En plena explosión mundial de Boca por el bicampeonato en la Copa Libertadores de América, la dirigencia apostó por expandir al club en el mercado internacional y contrató a Naohiro Takahara. El delantero japonés llegó desde el Júbilo Iwata, jugó solo 7 partidos oficiales y marcó un gol (el sexto de un 6-1 a Lanús). Su paso fue anodino pero quedó en el recuerdo de los hinchas.

El plantel de aquel entonces, sin embargo, tiene buenas anécdotas junto a Takahara. Cristian Traverso, referente de aquel grupo, contó en TyC Sports una desopilante historia que tiene al asiático como protagonista: el día en el que se emborrachó en un asado y “casi se muere”.

El exdefensor comentó que Carlos Bianchi armaba jornadas de doble turno de entrenamiento y por eso los jugadores que vivían lejos del club se quedaban a almorzar lechón asado y tomaban alcohol. “Taka venía con ganas de tomar, tenía sed. Nosotros tomábamos Gancia en las botellas cortadas a la mitad. Pero no nos dio tiempo a ponerle soda, lo tomó así. Y después no lo podíamos despertar para entrenar”, relató Cristian.

¿Cómo siguió la historia? “Lo llevamos al vestuario de Primera y le pusimos el ventilador. Casi se nos muere jaja. Quedó planchado en el vestuario. El utilero le prendió cuatro ventiladores y no se podía despertar. Pero después hizo el gol contra Lanús, nunca tuvo tantas ocasiones de gol como esa semana jaja”, narró Traverso entre risas.