Aunque Jorge Almirón logró en su primer mes como director técnico de Boca dejar bien encaminada la clasificación a los octavos de final de la Copa Libertadores, el rendimiento del equipo en la Liga Profesional marca a las claras que no ha logrado mejorar una producción futbolística que no está a la altura de uno de los dos equipos más grandes del país.

Que Almirón no haya podido hacer demasiado para mejorar la versión del Boca de Ibarra, más allá de promover cambios de nombres y esquemas, tiene mucho que ver con el bajo nivel individual de muchos de los futbolistas que tiene a disposición y por la gran cantidad de lesiones que hace que no pueda contar con otros tantos.

Pero según Diego Latorre, la causa principal que derivó en un equipo apático como consecuencia tiene que ver con la gestión de Juan Román Riquelme.“Mucho tiempo sin entrenadores, con la cúpula queriendo imponer técnicos de inferiores. Vino Almirón yhay jugadores que fueron incorporados sin criterio; no tiene los futbolistas que él desea. Entró en un campeonato en desarrollo, fue a la cancha de River y me imagino que creyó que no tenía la fuerza suficiente para jugar de igual a igual. Por eso eligió un planteo más conservador para aprovechar la velocidad de Villa”, explicó.

Y agregó:“Hace mucho tiempo queBoca no juega bien al fútbol, no es algo opinable: en líneas generales, no tiene un proyecto propio que dé gusto ver. No triangula, no tira una pared, no te domina y no te acorrala 20 minutos.Esa debe ser la aspiración de Almirón y de Riquelme, quien trajo jugadores porque tiene una sensibilidad, perosus propias decisiones le han determinado que llega a este tiempo habiendo perdido casi dos años de gestiónporque no estaba maduro Ibarra ni estaba claro que Battaglia era el técnico de Boca”.

Habrá que esperar para conocer cuál será la actitud que asumirán tanto Juan Román Riquelme como el Consejo de Fútbol en el mercado de fichajes de mediados de año. La necesidad de dar con refuerzos de jerarquía es evidente, aunque también será importante que se tengan en cuenta los deseos de Jorge Almirón para moldear un equipo a su estilo y no tanto el gusto personal de la cúpula que toma decisiones.