En épocas de datos sueltos y sin contexto, el caso de Jorman Campuzano en Boca empieza a avivar a los futboleros sobre cómo las estadísticas por sí solas no te cuentan la historia completa. Qué mejor manera de explicarlo que poniendo como ejemplo los números del colombiano en el reciente empate entre el Xeneize y Sarmiento en el Nuevo Gasómetro.

El futbolista con pasado en Atlético Nacional fue nuevamente titular en Boca por decisión de Diego Martínez ante las ausencias de Equi Fernández y Cristian Medina, ambos disputando el Preolímpico con la Selección, y su planilla dejó un dato asombroso: completó los 34 pases que intentó contra el Verde hasta su salida del campo de juego. Sí, no erró ninguno.

Con otro contexto, resultado y quizás nombres, ante este dato en redes sociales podemos llegar a encontrar interjecciones como “¡uff!” o “¡wow!”, pero casi ningún hincha de Boca podría asegurar que Campuzano jugó un gran partido este jueves en el Nuevo Gasómetro.

¿Cómo podemos ir más allá para entender por qué Campuzano no tuvo gravitación en el Boca – Sarmiento si es que acertó todos sus pases? Como todo, las herramientas para tomar datos en el fútbol evolucionan y hoy en día podemos graficar situaciones del juego mucho más profundas. Sí, dio todos los pases bien, pero… ¿en qué zona del campo fueron? ¿a dónde fueron esos pases? ¿le creó a un compañero una oportunidad de remate? Todo eso hoy lo podemos ver al detalle.

Campuzano no erró ningún pase contra Sarmiento, pero… ¿cómo jugó? (Datos: Opta)

Mirando el gráfico de Opta podemos apreciar que la gran mayoría de las entregas del volante central del Xeneize fueron en territorio propio, principalmente para abrir el juego por las bandas y sin influir directamente en el ataque de su equipo, cuando el rival se trataba de un combinado que suele dejar de lado la tenencia de la pelota y más cuando el resultado lo favorece. El pase más llamativo: el pase atrás que complicó a Sergio Romero.

El problema nace en querer aislar algo que no está aislado. El jugador no solo pasa la pelota, y menos un jugador que está en un rol como el de Campuzano, pero hay motivos mucho más a la vista para entender por qué es totalmente lógico que el colombiano siempre termine liderando estos registros en los partidos del equipo de Diego Martínez.

A menor riesgo, mayor efectividad

Entregas recurrentes, rápidas y a corta distancia, la fórmula para ir sumando dígitos en el apartado, sobre todo si tu DT apuesta a mantener la posesión de la pelota y el riesgo de perderla es mucho menor en determinadas zonas del terreno de juego.

El gráfico de Opta para Big Data Sports expone claramente cómo la posición y el estilo de juego de un equipo impacta e influye notablemente tanto en la cantidad como en la efectividad de los pases de un futbolista. Por eso es que solemos ver a los defensores de Argentinos Juniors, Racing, River y Boca en la cima de los rankings de pases: poca presión rival y apuesta al dominio territorial, entre otros factores visibles.

Datos: Opta / Análisis: Big Data Sports

Lo ideal en este tipo de casos es hacer la comparación entre jugadores con misma posición o función, entrando en detalladas estadísticas que, en algunos casos, hoy tenemos al alcance de un click y que funcionan para profundizar más allá de un tuit de 140 caracteres con resumidos datos lanzados porque sí.

El debate de si las estadísticas sirven o no para analizar el juego está terminado y ya quedó viejo, aunque no lo parezca si comenzás a prestar atención a los intercambios entre hinchas en redes sociales. Se necesita de la mirada humana para darle contexto al número y no dejarlo en pretexto; no pueden convivir uno sin el otro. Ahora, con los datos en mano, se debe elevar la exigencia y profundizar el ojo para no caer en lo lógico, lo previsible, para no quedar en offside.