El motivo por el que podría cambiarse la sede de la final de la Libertadores

Noticias impactantes llegan desde Brasil a 16 días de la final de la CONMEBOL Libertadores. Es que en concreto, desde el país anfitrión de semejante evento que protagonizarán Boca y Fluminense trascendió que existe la posibilidad de que se modifique la sede del encuentro que definirá al campeón de la edición 2023 de la Libertadores debido a un motivo realmente insólito.

¡La CONMEBOL Libertadores se vive en Telefe.com! ¡También podés seguir las reacciones en vivo en Twitch!

¿Qué sucedió? Desde el medio Jornal o Globo de Brasil, el periodista Ancelmo Gois detalló que CONMEBOL no descarta barajar un nuevo estadio para la final de la Libertadores por la disputa que existe entre Flamengo y Fluminense por la localía del Maracaná. Claro, el estadio que alberga las localías de ambos clubes atraviesa una gran serie de encuentros previos a la final y, no solo preocupa cómo quedará el estado del campo de juego tras esa seguidilla, sino que incluso podrían superponerse los intereses del ente sudamericano y del Mengao respecto al estadio.

Es que Flamengo se niega rotundamente a cambiar su localía para los partidos que le resten jugar en el Brasileirao en la previa de la final (juega como local el martes 31 de octubre ante Santos, cuatro días antes del Boca-Fluminense), por lo que desde CONMEBOL no descartan quitarle la localía al Maracaná ante la insistencia y la presión que ejerce el Fla en esta situación.

Además, pese a no serlo, O Globo destaca que Flamengo se adjudica como el club dueño del estadio, lo que le daría la potestad de ceder o no su casa para la final de la Libertadores. Por ende, el medio brasileño aclara que una de las exigencias del Mengao para permitir que se dispute la final en el Maracaná sería “tener más entradas y palcos que Fluminense y Boca Juniors juntos”, según informa O Globo.

La situación ya habría llegado a un límite al punto tal que se dio una reunión en la sede de CONMEBOL entre Alejandro Domínguez y el Presidente de la CBF (Confederación Brasileña de Fútbol), en donde el mandamás de CONMEBOL habría sentenciado que, de seguir así la situación, el partido podría cambiar de sede.

En adición a esta cuestión, en ESPN F12, Mariano Closs informó que otra problemática es que Flamengo no quiere ceder la concesión de los palcos del Maracaná para la final de la Libertadores. Una insólita problemática burocrática que golpea las puertas en la previa de Boca-Fluminense.

Reunión cúlmine en CONMEBOL entre Boca y Fluminense

El periodista brasileño Renan Moura añadió en todo este conflicto que este jueves se dará una reunión en CONMEBOL entre dirigentes de Boca, de Fluminense y de la CBF. De hecho, integrantes de las tres delegaciones ya se encuentran en Paraguay para “intentar resolver el problema en relación a Flamengo y Maracaná“, según detalló el jornalista, quien además informó: “Desde CONMEBOL aseguran que hoy es el ‘Día D’ para elegir la sede de la final de la Libertadores, pese a la venta anticipada de entradas“. Y por último, Moura detalló: “Si el problema con Flamengo no se resuelve, la entidad sudamericana se siente cómoda sacando la final de la Libertadores del Maracaná y llevándola a otra sede“.

Fluminense o Flamengo: ¿Quién es el dueño del Maracaná?

Pese a que ambos hacen de locales en el Jornalista Mario Filho, lo cierto es que ni Fluminense ni Flamengo son los dueños del Maracaná, ya que el estadio pertenece al Estadio de Río de Janeiro. Así como sucede en Argentina con el Malvinas Argentinas en Mendoza o el Mario Alberto Kempes en Córdoba, la ciudad alquila los estadios. Sin embargo, para esta situación que complica el panorama de la CONMEBOL a días de la final de la Libertadores, Flamengo pone palos en la rueda respecto a la organización y la cesión del Maracaná para dicho evento.

¿Por qué Boca figura como local en la final?

Pese a disputarse en el Maracaná -de momento-, Boca aparece para CONMEBOL como el equipo local en la final de la Libertadores debido a un simple motivo: el orden del cuadro que se armó desde los octavos de final en adelante. Por una cuestión protocolar, el Xeneize figura como el local en el estadio en el que la localía pertenece al rival. Pese a todo esto, como en toda final de Libertadores que se disputa a partido único, la sede será neutral.