Hace un día cerró el mercado de pases de las ligas top de Europa. Sin embargo, el protagonismo absoluto de las transacciones se lo llevó el Chelsea, que en esta ventana de invierno desembolsó $329,5 millones, que es más de lo que gastaron la Ligue 1, Bundesliga, LaLiga y Serie A todas juntas. A horas del cierre de la ventana, el pase de Enzo Fernández, proveniente del Benfica, se adueñó de todos los titulares. Si bien los blues se hicieron con nombres de jerarquía, invertir cifras tan grandes no siempre asegura el éxito.

Para entender las grandes sumas, es importante comprender el contexto que atraviesa Stamford Bridge. Desde los últimos meses, hubo muchos cambios desde lo dirigencial y deportivo. Hasta principios de 2022, el club era propiedad de Roman Abramovich, un magnate ruso que públicamente era cercano a Vladimir Putin. Con la declaración de la guerra a Ucrania, el status de los rusos más influyentes se complicó, y en el Reino Unido se les congeló sus activos. Así, el Chelsea, de los equipos más grandes y laureados de Inglaterra, acabó a la venta de un día para el otro. Desde que Abramovich lo compró en 2003, marcó una época dorada en el equipo londinense. Con una gran inyección de dinero de por medio, Chelsea comenzó a hacerse de jugadores de mucha importancia, como lo fue Didier Drogba en su momento, y ganó sus primeras dos Champions League y Mundial de Clubes entre otros títulos internacionales y locales.

Roman Abramovich, ex dueño del Chelsea

Finalmente, en mayo apareció un grupo de capitales norteamericanos que acabó por comprar la institución, liderado por Todd Boehly, quien es también copropietario de Los Angeles Dodgers y Lakers. Además, desde que ocupó el cargo como nuevo dueño hasta fines de diciembre, ocupó el cargo de director deportivo. Más allá de su experiencia en el sport business, uno de los errores estuvo en no contar desde un principio con otra persona con mayor experiencia en Premier League. La incertidumbre respecto del futuro del club llevó a que diversas figuras de gran porte y peso abandonaran el equipo durante el último mercado de pases de verano, tales como Timo Werner, Andreas Christensen, Antonio Rüdiger, Callum Hudson-Odoi, Marcos Alonso y Romelu Lukaku, que fichó por $115M y era hasta entonces el segundo fichaje más caro en la historia de la Premier League. Incluso César Azpilicueta, capitán del equipo y referente en el vestuario estuvo cerca de pasar al Barcelona, cosa que habla a gritos de la situación que se vivía.

Además, en el mercado de verano Boehly llevó refuerzos por cifras millonarias, pagando en la mayoría de los casos precios muy por encima de sus valores de mercado. Después de un largo tira y afloja con Leicester City, Wesley Fofana se convirtió en la gran compra del verano por $80M. A él lo siguieron las llegadas de Marc Cucurella por $65,3M, Raheem Sterling por $56,2M, Kalidou Koulibaly por $38M, Carney Chukwuemeka por $18M y Pierre Emerick Aubameyang por $12M, entre otros. A lo largo de la historia, hubo veces que ya sea por cláusulas de rescisión u otro motivo, futbolistas se pagaron por números muy por encima del precio establecido del jugador, pero que el Chelsea repita el patrón una y otra vez, denota la desesperación. Al mismo tiempo, únicamente dos jugadores subieron de las juveniles al primer equipo, que fueron Connor Gallagher y Armando Broja.

Wesley Fofana

Para la temporada de 2022/23, Chelsea arrancó con el pie izquierdo, con resultados deportivos por debajo de lo esperados, cosa entendible por todos los cambios desde todo punto de vista. Sin embargo, el hecho de que se despidiera a Thomas Tuchel como DT tras la derrota ante el Dinamo de Zagreb por fase de grupos de Champions significó un golpe bajísimo. Para reemplazarlo, el norteamericano nombró a Graham Potter, proveniente del Brighton Hove & Abion. Sin dudas, en el fútbol sueco le fue muy bien, logrando en 7 temporadas el ascenso del Ostersunds FK de la 4ta a la 1ra división. Pero el fútbol de Suecia no es la Premier League, y tampoco tuvo resultados descomunales en el Brighton. Priorizarlo sobre un técnico que tiene una mayor trayectoria en cuanto a títulos dirigiendo a clubes de elite se presta a las dudas…. Inexplicable.

Y yendo a los refuerzos, Aubameyang no jugó lo esperado sumando únicamente 18 partidos sin cumplir los 90 minutos y 3 goles. Chukwuemeka tampoco tuvo tanto lugar en el primer equipo, y Wesley Fofana se está perdiendo la temporada por una lesión en la rodilla, habiendo disputado únicamente 4 partidos de 19 posibles por Premier League. Es un error pensar que todo fichaje rendirá, por la naturaleza impredecible del deporte. De no servir, se convierte en una pérdida.

Chelsea, al día de hoy, está a mitad de tabla y no clasificaría a ninguna Copa internacional de cara al 2023/24. Y precisamente, por la naturaleza azarosa del deporte, se sumaron a Fofana muchas bajas por lesión de jugadores titulares, como Kanté, Zakaria, Sterling, Pulisic, Broja y Chilwell. En este contexto, se tomó la decisión de nuevamente acudir al mercado de pases, y siendo un libro de invierno, invirtieron $329,5M, siendo más que todas las ligas top juntas y casi la mitad de los gastos totales que tuvo la Premier League.

Sin embargo, hay una particularidad entre los refuerzos incorporados, y es que todos son juveniles, teniendo entre 18 y 23 años. Si bien claramente no amagaron por un recién surgido del potrero y ya todos están trazando sus pasos en el fútbol a lo grande, al ser tan jóvenes no dejan de ser proyecciones, que pueden resultar efectivas o no. En este mercado, se inclinaron por 8 apuestas, una barbaridad. Llegaron Enzo Fernández (22 años) por $121M, Mykhaylo Mudryk (22 años) por $70M, Benoit Badiashile (21 años) por $38M, Noni Madueke (21 años) por $35M, Malo Gusto (19 años) por $30M, Andrey Santos (18 años) por $12,5M, Datro Fofana (20 años) por $12M y Joao Félix (23 años) por $11M (préstamo). Por ejemplo, Jack Grealish que hasta ayer era el traspaso más caro de la Premier League, llegó a Manchester City con 26 años por $117M.

Como dijimos, en el fútbol no existe la certeza, pero el hecho de invertir en un jugador de entre 25 y 27 años que tiene más experiencia, más carrera encima y aún se encuentra en un estado físico óptimo, implica una mayor seguridad.

Yendo al caso de Mykhaylo Mudryk, si, fue una revelación absoluta en los grupos de la vigente edición de Champions jugando para el Shakhtar, pero lleva menos de dos años jugando como profesional. Además, el fútbol ucraniano no tiene la misma competitividad que el inglés. ¿70 millones por él? Creo, una exageración. Eso sí, hay una carga de que es un futbolista ucraniano y quizás se explica que la dirigencia actual pretenda despegarse del dueño anterior. De ahí también su presentación en Stamford Bridge con una bandera de su país.

Mikhaylo Mudryk en su presentación en Stamford Bridge

Y después de mucho coqueteo, llegó Enzo Fernández, el hombre del momento y el fichaje histórico más caro de Inglaterra. Su crecimiento en tan poco tiempo fue exponencial, y sin dudas lo que lo catapultó fue su excelente actuación en el Mundial y sobre todo, una característica que este Chelsea necesita, su poder de adaptación. Literalmente, su segunda convocatoria a la Selección Argentina fue la Copa del Mundo, y salió campeón, ganando la titularidad.

Sin embargo, los fichajes altos significan sueldos altos, sinónimos de altos costos de mantenimiento. Pero, es imposible olvidar el caso Leicester City, que hizo inversiones enormes que no funcionaron y acabaron con un plantel costoso sin mejoras deportivas. Dinero en Chelsea quedó demostrado que hay, pero es probable que este gasto se traduzca a grandes pérdidas en un futuro. Las transferencias son un recurso clave, pero también lo es invertir en lo propio, como en la cantera.