Por momentos, cuesta imaginarse al fútbol de la mano del modelaje. Sudor, entrenamientos, botines, con maquillaje, vestidos y tacones. Sasha Gigliani rompe con todos los estereotipos y prejuicios, juega como delantera en Estudiantes de la Plata, fue finalista deMiss Mundo Argentina, se consagro Miss Hispanoaméricana Argentina en 2019, Miss Argentina Latinoamericana Universal en 2021 y competirápronto en un Gran Slam representando al país.En exclusiva conBolavip,compartió una charla donde tocó todo los temas relevantes dentro del fútbol femenino local.

“El Pincha anda bien, nos estamos preparando con toda. Estamos entrenando muchísimo”. De cara a la nueva temporada en Estudiantes de La Plata, Sashadeclaró que se encuentran todas ansiosas y motivadastras una temporada de muchos cambios, donde se modificó la mitad del plantely también hubo un cambio en el cuerpo técnico. “La Brujita Verón va y viene, siempre está. No es de mostrarse mucho pero siempre está dando vueltas en el club. En especial su padre, Juan Ramón”, agregó.

Sasha Gigliani, futbolista de Estudiantes de La Plata

Sashanació en Palermo,Buenos Aires, y cuando tenía meses se mudó a Saladillo, ciudad natal de su madre y su abuelo. Allí se crió y nacieron sus hermanos. En la localidad bonaerensetambién nació su amor por la pelota. Ella seguía a su abuelo, quien fundó el club Oro Verde, donde hizo las inferiores:“A los dos años iba colgada de él a todos los partidos. A los seis años ya jugaba con todos los compañeritos. A él le encantaba que me guste jugar”.

En Saladillo jugó con hombres hasta los 16 añosy destacó que sus compañeros no hacían diferencia por el hecho de que fuera mujer, aunque eso, frente a los rivales, en algunas oportunidades causaba conmoción:“Yo fui de las goleadoras año tras año. Me ha pasado que cuando se enteraban que era mujer en el equipo rival, los padres se enojaban. A los 16, un árbitro me dijo que no podía jugar porque era mujer, pero no había ningún reglamento”.

En simultáneodio sus primeros pasos en certámenes de belleza, faceta en la que manifestó interés desde siempre, pese a que chocaba con su parte futbolista.

“En Saladillo se hacía la Reina del Carnaval. Mi mamá había estado en un reinado, porque antes era por club. Cuando llegó el momento, ¿cómo iba a decir que era jugadora de fútbol? Yo me tenía que callar la boca. En las fotos se notaba que yo estaba más entrenada. Se enteraban que era una chica normal que estudiaba, entrenaba, y se iba a desfilar, entonces como que chocaba a algunas personas. Me fui al certámen de la Reina del Trigo en Tres Arroyos, y ahí dije que no quería ocultar más. Me gusta el fútbol, no quería decir que me gustaba cocinar como hobby”, relata sobre el click que necesitó hacer para sacarse esa mochila de encima.

Cuando terminó sus estudios, Sasha se trasladó a Buenos Aires,“Mi abuelo me decía que si yo quería jugar al fútbol, me tenía que ir afuera y la condición era estudiar”, comenta.No sólo el fútbol la acercó a la capital del país, sino que también lo hizo su pasión por el modelaje y el estudio.

Asíse convirtió en futbolista de Argentinos Juniors, Vélez Sarsfield y Estudiantes de la Plata, y también surgió la oportunidad de participar en Miss Mundo, lo que significaría derribar por completo los estereotipos.

“Es una locura lo que voy a lograr. Tenemos las mismas capacidades que otras personas porque somos multifacéticas. Trabajamos, estudiamos, jugamos al fútbol, somos madres… Hoy tengo de compañera a Mara (Gómez), que es trans, y no se trata solo de mi lucha porque quiero tener un fútbol profesional, con salarios dignos. Represento la lucha de otras personas, a la mujer argentina tal cual, a la belleza integral”, relata con orgullo.

La jugadora de 28 años se refirió también a lalucha por la igualdad de salarios, y mencionó que hoy, en Argentina, no se puede vivir del fútbol femenino, problema persistente en toda Latinoamérica.

“Lucho a través de las herramientas más sanas posiblespara que tengamos un sueldo digno. La mayoría que se van afuera se encuentran con que sí pueden vivir de esto, capaz no como una estrella como pasa con el jugador masculino. Falta tiempo y es un proceso, es lógico”. Además, mencionó posibles maneras para aumentar los ingresos, como con sponsors; “Es importanteplantear esto para que crezca el fútbol femenino y los capitales aparezcan”.

La delantera de Estudiantesmencionó además diferencias con el deporte masculino, y destacó que los clubes generalmente tienen menos recursos para el fútbol femenino, y son pocos los que les dan a las chicas todas las herramientas que necesitan. “No digo que sea tomado más en serio, pero si se le da más prioridad”, acotó, “Acercarnos a las marcas y pedir apoyo es porque en algún momento va a rendir. Hablo por Estudiantes, pero llenamos las plateas. Si nos dan la oprtunidad seis veces al año, puede servir para viáticos para las chicas, alimentos, insumos, más profesionales…”.

Gigliani comenzó a estudiar la carrera de Directora Técnica en la escuela de César Luis Menotti, como complemento a sus estudios de comunicación multimedial e indumentaria, aunque la suspendió momentáneamente para estudiar inglés y prepararse para el enorme certámen que se avecina.

Finalmente, a la hora de hablar de referentes,destacófutbolistas femeninas que admira, como Alex Morgan y tambiénFabi Vallejos,delantera de Boca, de la escena local.“No te puedo decir ‘esta referente es la mía’, porque acá en Argentina no la tenemos, pero somos la generación que vaa dejar referentes”, concluye Sasha Gigliani, que no se cansa de romper estereotipos y va por más.