La Fórmula 1 regresó a la actividad este fin de semana, tras un necesario mes de descanso para pilotos y escuderías, en el cual los equipos trabajaron para mejorar los monoplazas. Sin embargo, el trabajo de Williams quedó destrozado, tal y como el FW46 de Logan Sargeant, tras su accidente.
Corría la FP3 bajo la lluvia en Zandvoort, hogar del Gran Premio de los Países Bajos, una pista peligrosa y difícil ya en seco, con sus curvas de gran elevación y difíciles de angular. A lo largo del fin de semana ya habíamos visto trompos hasta del propio Max Verstappen, pero Logan Sargeant fue quien se llevó el peor golpe del fin de semana.
El norteamericano perdió el control del FW46, en la curva 3 del circuito, y luego de que una de las ruedas del monoplaza tocó el césped, poco pudo hacer para recuperar el control. El resultado: se fue contra las barreras, destruyó el coche, que comenzó a prenderse en llamas, y provocó la bandera roja.
El accidente de Logan Sargeant
Tras un muy eficiente trabajo de los auxiliares, el fuego fue apagado y el auto retirado en grúa. La sesión logró reanudarse para poder disputar los dos minutos finales de la misma, ya sin Sargeant, claro.
Lo próximo en la jornada será la tanda clasificatoria para la carrera final del Gran Premio del domingo. La clasificación tendrá lugar en las horas de la mañana y mediodía del sábado (horario argentino), y seguramente sea demasiado pronto como para que Sargeant pueda volver a pilotar el coche, por lo que habrá un piloto menos en disputa.