José Mourinho ha dirigido incontables talentos, entre ellos un Cristiano Ronaldo que atravesaba uno de los mejores momentos de su carrera. También enfrentó a otros jugadores de época, como Lionel Messi. “Me mejoró como entrenador”, reconoció tiempo después de haberlo sufrido en el Real Madrid.
Sin embargo, nadie impresionó tanto al DT portugués en su extensa trayectoria en Europa como Ronaldo Nazário. “Si hablamos estrictamente de talento y habilidad, nadie supera al brasileño. No es como Cristiano ni como Messi, que estuvieron 15 años en la verdadera cima del fútbol; las lesiones mataron su carrera”, declaró en 2020 durante una entrevista ‘Live Score’.
“El talento que tenía el muchacho a sus 19 años era algo increíble. Cuando estaba en Barcelona con Bobby Robson, me di cuenta de que era el mejor jugador que había visto en mi vida. Si hablamos exclusivamente de talento, nadie lo superó”, repitió.
Mou aterrizó en el FC Barcelona de la mano del entrenador inglés para la temporada 1996/97 y allí coincidió con el Fenómeno, quien lo impresionó desde su primer entrenamiento como ningún otro futbolista del que pudo ser contemporáneo. Sin ir más lejos, aquel año fue en el que Ronaldo ganó su primer Balón de Oro antes de volver a conquistarlo en 2002.
Ronaldo Nazario, el delantero que pudo conquistarlo todo
Ronaldo Nazario redefinió la posición de centrodelantero y se convirtió en una figura que trascendió las fronteras del fútbol, dejando una huella imborrable en el deporte rey. Su carrera, marcada por una combinación única de talento innato, velocidad explosiva y una capacidad goleadora sin igual, lo posicionó como uno de los mejores delanteros centro de todos los tiempos.
Emergido de las canteras del Cruzeiro, Ronaldo rápidamente llamó la atención de los grandes clubes europeos. Su fichaje por el PSV Eindhoven marcó el inicio de una etapa de consolidación y crecimiento exponencial. En tierras neerlandesas, el brasileño demostró su capacidad para desequilibrar partidos y enamorar a la afición con su fútbol vistoso y efectivo.
Su llegada al FC Barcelona representó un salto cualitativo en su carrera. En el equipo catalán, Ronaldo conquistó títulos y premios individuales, destacando por su habilidad para combinar potencia y técnica. Sin embargo, su paso por el Inter de Milán estuvo marcado por una serie de lesiones graves que pusieron en riesgo su carrera. A pesar de estos contratiempos, el brasileño demostró una resiliencia admirable y regresó a la élite con una fuerza renovada.
En el Real Madrid, Ronaldo encontró un nuevo hogar y vivió una de las etapas más gloriosas de su carrera. Su llegada coincidió con un proyecto ambicioso que buscaba devolver al club a la cima del fútbol europeo. El brasileño respondió con goles y títulos, consolidándose como uno de los máximos referentes del equipo merengue.
A nivel internacional, Ronaldo lideró a la selección brasileña a la conquista de dos Copas del Mundo (1994 y 2002). Su actuación en el Mundial de Corea y Japón 2002 fue especialmente destacada, donde se convirtió en el máximo goleador del torneo y fue elegido como el mejor jugador.
Más allá de los números y los títulos, Ronaldo dejó un legado que trasciende las estadísticas. Fue un adelantado a su tiempo, un jugador que redefinió los parámetros del fútbol moderno. Su capacidad para inspirar a las nuevas generaciones y su carisma lo convirtieron en un ídolo global. A pesar de las lesiones que marcaron el final de su carrera, Ronaldo sigue siendo considerado uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos y los elogios de Mourinho, otro ícono en este deporte, da cuenta de ello.