En el mundo del fútbol no todo es positivo sino que también hay momentos difíciles. En ese sentido, un claro ejemplo es el de Rubén Gracia Calmache o más conocido como Cani. El histórico jugador de Villarreal fue el protagonista de un episodio de salud muy complicado que debió atravesar, pero afortunadamente empieza a tener una leve mejoría que llena de esperanza al ambiente.
Hace dos semanas, el español sufrió un derrame cerebral y debió ser ingresado a la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Miguel Servet de Zaragoza. Si bien todavía continúa internado para mantener el tratamiento con el mayor cuidado posible, los estudios preliminares arrojaron que no vaya a dejarle ninguna secuela de relevancia, o al menos eso es lo que se estima en estas horas.
Con este panorama sobre la mesa, Cani sigue hospitalizado debido a un importante accidente cerebrovascular, pero del que evoluciona positivamente y deja una buena imagen de cara a los próximos días por su mejoría. Cabe destacar que este miércoles fue trasladado a planta, lo que deja en evidencia que realmente el proceso está yendo por el camino indicado y deseado.
Ídolo en Villarreal y compañero de Riquelme
Durante la segunda mitad de la primera década del siglo, Villarreal vivió un momento de plenitud absoluta, donde incluso alcanzó sus mejores desempeños en su historia. Sin ir más lejos, uno de los principales pilares de aquel equipo más que memorable era Juan Román Riquelme, donde era la gran figura, el conductor y el dueño de cada jugada en el último tercio de la cancha.
A ese equipo llegó Cani. A mediados de 2006 y para reforzar un plantel que había sido semifinalista de la UEFA Champions League y perdió ante Arsenal por penales, el mediocampista español fue fichado y se sumó a las filas del Submarino Amarillo. Rápidamente y a base de buenos rendimientos se ganó un lugar en el armado táctico y con el tiempo se convirtió en ídolo.
Vale resaltar que Cani y Riquelme coincidieron en 11 partidos en Villarreal durante el segundo semestre de 2006. Luego, Román regresó a Boca para ganar la todavía recordada Copa Libertadores 2007 y no regresó al Viejo Continente. Mientras tanto, el volante europeo jugó 9 temporadas consecutivas, disputando un total de 327 encuentros, aportando 33 goles y 40 asistencias.
La carrera de Cani en España
En el 2000, el oriundo de Aragón debutó profesionalmente en Utebo FC de la tercera división española, hasta que llegó a Real Zaragoza y en esos 5 años ganó dos títulos: Copa del Rey y Supercopa de España 2004. Luego pasó a Villarreal y tuvo tres breves estadías consecutivas: Atlético de Madrid, Deportivo de La Coruña y volvió a retirarse al club de sus amores: Real Zaragoza.
