San Lorenzo recibió a Unión en el Nuevo Gasómetro buscando continuar por la senda de la victoria después de lo que fue el triunfo frente a Sarmiento, mientras que los santafesinos querían conseguir su primera victoria en la Liga Profesional, y así cortar la mala racha.
De a poco, en el equipo del Bajo Flores comienzan a calmarse los ánimos gracias a los buenos resultados que viene consiguiendo Rubén Darío Insúa, quien está negociando su continuidad en la institución hasta fines de 2024. Por su parte, Unión llegó con la moral desvanecida tras la igualdad en el clásico santafesino.
No fue un partido atractivo para quienes acudieron al Bajo Flores, como tampoco para aquellos que debieron observar los 90 minutos a través de la pantalla televisiva. En lo que fue el desarrollo de la primera etapa, solamente hubo algunas jugadas aisladas en el primer cuarto de hora, lo que generó la ilusión de los fanáticos del Cuervo y del Tatengue, quienes creyeron que sería un choque de ida y vuelta.
Ya en el complemento, a los 2 minutos, Andrés Vombergar rompió el cero en el marcador. De cabeza, el delantero de San Lorenzo capturó un gran centro de Malcom Braida tras una buena jugada colectiva de la que participaron Carlos Sánchez, Iván Leguizamon y el ex Aldosivi.
Mientras los hinchas locales ya comenzaban a palpitar el clásico frente a Huracán, los de Munúa se quedaron con uno menos por una durísima infracción por parte de Franco Calderón hacia Nahuel Barrios. El defensor de Unión fue al piso con muchísima vehemencia y terminó viendo la tarjeta roja.
Los minutos transcurrieron, pero el Tatengue no logró alcanzar la igualdad, como así tampoco San Lorenzo llegó a liquidar el pleito. Pero le bastó para poder alcazar la cima del campeonato, compartir el liderazgo con Lanús y llegar al clásico barrial ante Huracán con el pecho inflado. Por su parte, los santafesinos sumaron su segunda caída en la Liga Profesional, pero siguen sin conocer el triunfo.