Cuando todo el mundo estaba pendiente de la definición del ascenso, la imagen de Nicolás Lamolina perjudicando a Ferro Carril Oeste se transformó en el tema más hablado del día. El árbitro sancionó un penal inexistente para Quilmes, que desembocó en el gol de la clasificación a la final para el Cervecero.

Todo el mundo se puso del lado del conjunto de Caballito, que era uno de los grandes favoritos para quedarse con el segundo ascenso a la Liga Profesional. Luego de mantener sus redes en silencios tras la bochornosa eliminación, el Verdolaga rompió el silencio y publicó en Twitter un mensaje contundente.

“Gracias. Gracias igual. Porque peleamos contra todo. Y sabemos qué significa contra todo”, escribió Ferro, haciendo una discreta referencia al polémico fallo arbitral. “Gracias por hacernos sentir que jugaban como hinchas. Estos meses no los vamos a olvidar jamás. Y en 2022 lo volveremos a intentar. Juntos. Porque somos Ferro. Y saben que nos lo merecemos”, cerró.

La frustración por la forma en la que le sacaron la posibilidad de ascender está más que latente. Toda la ilusión se la llevó una desconcertante decisión arbitral. Una herida que tardará mucho en sanar.