Se terminó un 2021 intenso para el fútbol femenino: Apertura y Clausura más una Súperfinal, Selección encaminada, televisación de todos los partidos por medios públicosy un nuevo reglamento de licencias que la AFA presentó a fines de noviembre y que viene de la mano con el que la CONMEBOL anunció a finales del 2020.

Este reglamento forma parte del plan estratégico que se viene llevando a cabo e incluye una serie de exigencias para la participación de los clubes en los torneos organizados por la casa madre, en este caso serán de cumplimiento obligatorio para la temporada 2022. Estos requerimientos tienen como objetivo que los clubes sigan apoyando la actividad pero no sólo desde la palabra: tener un equipo femenino compitiendo pero sin las condiciones básicas de trabajo no significa impulsar la disciplina. Después será la misma AFA la que deberá trabajar para que se cumpla este reglamento.

Las palabas que enmarcan este reglamento hablan de integridad, promoción, mejoras, incentivos, inversión, profesionalismo. De eso se trata: de ordenar, promovery darle un salto de calidad a la actividad. Profesionalizarla pero no sólo desde el aspecto económico. Que cada área tenga personal responsable, idóneo, capacitado y certificado. Es por eso que en listado figuran criterios deportivos, organizativos, financieros y -un punto a tener muy en cuenta- de equidad y género.

¿Cuáles son algunos de los puntos obligatorios para la temporada que viene? Algunos criterios son a nivel nacional y otros a nivel CONMEBOL, lo que les permitirá participar de la Copa Libertadores.

+ El/la DT debe tener licencia de entrenador A.

+ Todas las jugadoras deberán realizarse un chequeo médico anual.

+ Todos los equipos deberán tener un/a entrenador/a de aqueras.

+ Los/as PF deberán tener licencia o certificación nacional.

+ Al equipo juvenil obligatorio Sub 19 (Reserva), para quienes quieran licencia CONMEBOL se le sumará un equipo Sub 16 que deberá participar en campeonatos organizados a nivel nacional, regional o local reconocidos por la AFA.

Chiqui Tapia el día que se anunció la profesionalización del fútbol femenino.

+ Deberán tener seguro médico todas las jugadoras del primer equipo y juveniles (ART o seguro de accidentes)

+ Designar un/a médico/a responsable con certificación.

En cuestiones de infraestructura, la AFA también exigirá algunos criterios mínimos:

+ Deberán disponer de un campo de entrenamiento que garantice el uso de sus instalaciones para el primer equipo y las juveniles.

+ Disponer de una sede para los partidos, con un campo de juego acorde a las dimensiones establecidas (mínimo 90×45 y máximo 120×90), con vestuarios para los dos equipos y árbitros con electricidad, agua caliente e higiene óptima, bancos de suplentes, accesos y espacios para espectadores, baños para los hinchas masculinos y femeninos, limpios y en condiciones.

+ Campo de entrenamiento para las juveniles.

+ Sede administrativa disponible para el fútbol femenino

El sorteo del primer torneo femenino profesional.

Las cuestiones administrativas tampoco quedaron exentas del reglamento. La idea es que cada club maneje una estructura no sólo deportiva sino también organizativa, con gente idónea, capacitada, certificada, que administre, esté en contacto con las partes (plantel, dirigentes, AFA), comunique, y también se encargue de “vender” la actividad ante los posibles sponsors.

Es por eso que al solicitar la licencia, los clubes deberán presentar un plan de mercadeo y comunicaciones además de disponer de página web oficial del club o una red social activa para promover las actividades.

Por eso también figuran los criterios financieros, que ordena las cuentas, los presupuestos y mejora la transparencia. Y en los criterios de equidad y género, que se exigirán para el 2023, todos los clubes deberán contar con un Protocolo de Prevención y actuación que regule la intervencióninstitucional ante situaciones de violencia sexual y discriminación.

Cada punto de las 16 páginas que se presentaron en la AFA tiene un objetivo claro. Mejorar la actividad, potenciar a las jugadoras, nutrir las inferiores, obligar a los clubes a adoptar una estructura (que por lo general ya existe para el fútbol masculino) para darle mayor entidad a la actividad y permitirles el crecimiento. Ahora está en sus manos.