Tal como nos tienen acostumbrados en los últimos tiempos, Boca y Racing jugaron una final para el infarto en el Estadio Hazza Bin Zayed de Abu Dabi y, al igual que sucedió en el Trofeo de Campeones 2022, la historia se definió sobre los últimos minutos del encuentro y con una gran polémica.
Tras un segundo tiempo en donde los dos equipos no lograron concretar grandes situaciones de gol; salvo una jugada de Johan Carbonero, Racing logró desbordar para meter la pelota al área de Boca y luego de un rebote sobre Sández, el mismo defensor vio cómo la pelota le pegaba en el antebrazo tras tirarse a marcar.
Casi sin dudarlo, Fernando Rapallini se llevó el silbato a la boca y decidió cobrar el polémico penal en el minuto 94 del partido para despertar el enojo de todos los jugadores y del cuerpo técnico de Boca. Quejas y protestas que no surgieron efecto en un árbitro que recibió el aval del VAR.
Luego de las discusiones, Gonzalo Piovi se sacó las ganas del penal que no pudo patear en la definición de la Liga Profesional ante River y le rompió el arco a Javier Garcia para concretar lo que finalmente sería el 2-1 que le dió a Racing la primera edición de la Supercopa Internacional en Al Ain de los Emiratos Árabes.