Decidido a quedarse con los tres puntos aprovechando la localía, Boca salió a jugar contra Lanús con la idea de tener la pelota y romper la defensa de Lanús de afuera hacia dentro. Una estrategia del Xeneize que, pese a dar algunos resultados, no era efectiva.

Con varias situaciones desaprovechadas en la primera parte, Boca tenía la pelota más que el Granate aunque no terminaba de sentenciar sus oportunidades. Pelotas que rebotaban en la defensa Granate, malos disparos o centros imprecisos que no llegaban a destino.

Una sumatoria de malas decisiones que iban aumentando las posibilidades de una visita que poco a poco fue enderezando su rumbo y, tras algunos errores en la contra, terminó lastimando a Boca cuándo ya todos pensaban en lo que pasaría en el entretiempo.

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Con una gran jugada por izquierda de Juan Sánchez Miño, el ex volante del Xeneize puso un centro perfecto sobre la zona en donde podía atacar Leandro Díaz. Un delantero que, con toda su jerarquía, anticipó a Valentini y puso el 0-1.

Sin una gran mejoría en el juego, durante los segundos cuarenta y cinco minutos Boca comenzó a avanzar un poco dentro del campo y empezó a posicionarse cerca del área rival. Un peligro que terminó concretándose a nada del final.

Tras una polémica por la cual el VAR tuvo que intervenir, a solo unos minutos del final, Darío Benedetto se sacó la mufa que venía arrastrando en la LPF y empujó un centro rasante que lo dejó solo de cara al gol que decretaría el empate.

Con la igualdad a uno sobre la mesa, Boca fue por todo y generó varias situaciones más. Sin embargo, el gol de la agonía no llegó y la historia finalizó en un empate que no le sirve a ninguno de los dos equipos.

Sin la posibilidad de escalar en la tabla, Boca se mantiene 10° en la LPF y ahora debe esperar que no ganen Newell’s y Argentinos para que no se vea superado. Por su parte, Lanús perdió la chance de descontarle a River y está en el sexto lugar con 33 unidades.