Humberto Dionisio Maschio falleció en la jornada de hoy tras estar peleando contra su salud durante varios días. El ex futbolista nacido en Avellaneda, que alcanzó la gloria con Racing al ser figura rutilante del plantel campeón de la Copa Libertadores y la Copa Intercontinental en 1967, estuvo internado en el último tiempo en una clínica cercana a su domicilio.
Un accidente doméstico lo obligó a permanecer en terapia intensiva luego de haber transitado 24 horas caído en su casa sin poder levantarse. Allí fue que su hijo Paolo advirtió a los vecinos para que pudieran asistirlo, dado a que el Bocha no respondía los llamados. A raíz de ello, viajó desde Córdoba hacia Buenos Aires para estar junto a su padre.
El golpe que sufrió Maschio fue en la nuca y debajo de la boca, y por su edad avanzada tenía varias complicaciones en los riñones y también en el corazón. Incluso, en los últimos días, los médicos aseguraron que “hay que esperar lo que su corazón disponga”. Y ahora pasó a la inmortalidad, transformándose en leyenda para los fanáticos de la Academia.
En 1959, el enganche fue transferido desde Racing hacia Bologna, y luego lució las camisetas de Atalanta, Inter de Milán y Fiorentina, que fue su último equipo en Europa antes de pegar la vuelta, en 1966, para conseguir la gloria eterna con la camiseta celeste y blanca, la cual vistió hasta 1968, año en el que colgó los botines. Se había formado en Quilmes.
Pese a que ganó todo con la camiseta de la Academia, fue uno de los tantos que cruzó de vereda. En 1973 se calzó el buzo de entrenador y escribió su nombre en las páginas doradas de Independiente, con quien consiguió la Copa Libertadores y también la Copa Intercontinental. Pero cuatro años antes (pese a su inexperiencia) tuvo la dicha de ser el DT de la Selección Argentina, con la que no tuvo buenos resultados en el camino hacia el Mundial de México 1970. A raíz de ello, el presidente de facto Juan Carlos Onganía lo despidió y en su lugar contrató a Adolfo Pedernera, que no logró los objetivos y el combinado nacional fue eliminado por Perú.
Maschio y Racing, un amor eterno
Ya retirado de la actividad, Humberto Maschio no se olvidó nunca de Racing. Y es que tenía una devoción por el club con el que alcanzó la gloria, al que también dirigió en sus peores momentos: entre 1999 y 2000, formó la dupla técnica junto a Gustavo Costas.
Vivía muy cerca del Cilindro de Avellaneda, y tanto en la semana como en las horas previas a cualquier partido de la Academia, se lo podía encontrar en uno de los restaurantes cercanos al estadio, sobre la Avenida Mitre. De hecho, en más de una ocasión, el Bocha dejó bien en claro lo que sentía por la celeste y blanca: “Racing es mi segundo hogar. Mi segunda esposa me dijo ‘vos lo querés más a Racing que a mí’, y yo le respondí ‘no, te quiero igual’, para que entienda cuánto la amo. Es completamente distinto, pero yo amo a Racing”.