Llegó el momento de la verdad. Este martes, bajo la órbita de la segunda semifinal de la presente edición de la Copa de la Liga Profesional, Boca Juniors y Estudiantes de La Plata salieron al campo de juego del Estadio Mario Alberto Kempes de la provincia de Córdoba con el objetivo en común de dar otro paso hacia el título.
Por un lado, el equipo comandado estratégicamente por Diego Martínez acudió a esta instancia después de culminar en la cuarta colocación de la Zona B y luego de tumbar a River Plate en el Superclásico de cuartos de final. Por el otro, los de Eduardo Domínguez terminaron segundos en el mismo grupo y más tarde barrieron a Barracas Central.
Así las cosas, el escenario cordobés lució completamente colmado con hinchas de ambos equipos alentando a los suyos con la intención de colaborar para diagramar el segundo boleto rumbo a la gran final del mencionado certamen doméstico, ahí donde ya espera un Vélez Sarsfield que eliminó a Argentinos Juniors por penales.
Y, tal como se imaginaba en la previa, el partido comenzó exponiendo un notorio alto voltaje, con los dos equipos extremadamente metidos en el trámite. El Pincha tuvo la primera con un cabezazo de Guido Carrillo que fue contenido por Sergio Romero. Luego, Boca estuvo a nada de abrir la cuenta pero Luciano Lollo la sacó en la línea.
En medio de ese panorama, cuando transcurrían jugados 23 minutos del período inicial tuvo lugar la primera acción polémica del partido. La misma tuvo que ver con una maniobra que tuvo como protagonistas a Enzo Pérez y Cristian Medina. En primera instancia, Nazareno Arasa, árbitro principal del juego, cobró falta en favor de Boca.
Inmediatamente llegaron los reclamos de ambos lados. Es que el experimentado mediocampista de pasado en Godoy Cruz de Mendoza, Benfica, Valencia y River Plate aseguró que no fue infracción. Paralelamente, Medina y toda la delegación Xeneize estallaron solicitando penal, argumentando que la falta fue dentro del área.
Allí fue cuando entró en escena la tecnología. Por algunos instantes, el VAR revisó la jugada, pero no llegó a ninguna conclusión que cambie la determinación inicial del juez. Por ende, los de Martínez terminaron ejecutando el tiro libre de forma normal en una acción que no terminó en la apertura del marcador por parte de Boca de milagro.
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