Franco Armani (5): Poco que hacer en los goles de Palmeiras, ya que se encontró muy vulnerable por la poca cobertura defensiva de sus compañeros. Igualmente, el arquero de River no logró transmitir la seguridad y la confianza que acostumbra siempre.
Gonzalo Montiel (2): Una actuación decididamente chata del lateral derecho de River. No ofreció ninguna garantía en la contención, sufriendo con cada intento del visitante por su sector. Paralelamente, se proyectó repetidamente, pero siempre fue irresoluto.
Paulo Díaz (1): Jugó solamente un tiempo, pero le alcanzó para ofrecer una imagen sencillamente paupérrima, equivocándose en todas y cada una de sus intervenciones y perdiendo en absolutamente todos los duelos que lo tuvieron como protagonista.
Juan Carlos Portillo (6): Empezó como defensor y luego se movió en la medular. Más allá de su entrega, de su sacrificio y de su despliegue, arrancó sin transmitir seguridad y fue uno de los que más padecieron el dominio de Palmeiras en el primer tiempo. Mejoró en la etapa complementaria, ya en el medio.
Lautaro Rivero (3): El juvenil recibió la confianza para estar desde el arranque, pero no estuvo a la altura de las circunstancias. Perdió siempre tanto con el Flaco López como con Vitor Roque, protagonizando salidas en falso y también intervenciones a destiempo.
Marcos Acuña (6): Tuvo notorios problemas defensivos por su zona, aunque fue el más parejo de una flojísima última línea. A su vez, trató de ser opción permanente en las salidas y en las aproximaciones, pero sus apariciones carecieron de claridad.
Enzo Pérez (3): 45 minutos para el olvido del ídolo Millonario. Quedó en evidencia que ya no cuenta con la entereza física de otras épocas: se lo vio totalmente sobrepasado por los mediocampistas de Palmeiras y nunca pudo sobreponerse ante este contexto adverso.
Kevin Castaño (2): Una vez más, el colombiano redondeó una presentación muy alejada de lo que se espera de él y de la inversión que se hizo por sus servicios. No tuvo peso en ninguna faceta del juego, siendo endeble en la contención e inexpresivo en la generación.
Ignacio Fernández (3): No se escondió en casi ningún pasaje del juego, pero tampoco ofreció claridad. Con excepción de acotadas intervenciones, se equivocó en las decisiones y en las ejecuciones cada vez que tomó contacto con el esférico en campo contrario.
Sebastián Driussi (3): Condicionado por un contexto totalmente desfavorable, el delantero de River no pudo ser partícipe de ninguna situación de riesgo en ataque. Por el contrario, se vio neutralizado por completo por la última línea de Palmeiras. Sufrió una nueva lesión.
Maximiliano Salas (2): Jugó su peor partido desde que llegó a River y con mucha diferencia. Batalló de principio a fin, pero no pesó ni gravitó nunca, perdiendo siempre contra sus marcadores y mostrándose errático tanto con la pelota como también sin ella.
Ingresaron:
Lucas Martínez Quarta (7,5): Entró y jugó al límite debido a la situación compleja en la que se encontraba River. Pese a ello, expuso una buena imagen y descontó.
Juan Fernando Quintero (7): Fue el jugador más claro de River desde que pisó el verde césped. No siempre acertó con sus culminaciones, pero llevó peligro.
Facundo Colidio (4): Ingresó por otra lesión de Driussi y no tuvo oportunidad de llevar peligro para la defensa de Palmeiras en ningún momento.
Santiago Lencina (-): El joven volante ofensivo entró en la recta final del espectáculo.
Miguel Borja (-): Más sacrificio que juego durante su acotada estadía en el campo.
