En la laureada historia de River, muchos son los nombres de futbolistas que quedaron grabados en las páginas doradas del libro del Millonario. Sin embargo, como en todos los clubes del mundo, también han existido otros que llegaron con bombos y platillos, pero se fueron por la puerta de atrás. Sobre todo, en estas últimas décadas en las que, antes de vivir días de gloria, también se destaca la crisis económica y deportiva que debió transitar la institución.
En esta ocasión, justamente, nos detendremos a hablar de aquellos jugadores que llegaron con nombre o con la ilusión de seguir proyectando una carrera ascendente, pero que finalmente no estuvieron a la altura del club . Haremos un repaso por los casos más emblemáticos, ya que se trata de Las 30 peores incorporaciones de River durante el Siglo XXI .
Cristian Fabbiani
Fabbiani llegó a River en febrero de 2009 y su arribo a Núñez generó una gran expectativa. Claro que, el club estaba viviendo su peor época y finalmente el paso del Ogro fue complicado y no logró la continuidad ni el rendimiento esperado. Vistió la camiseta millonaria bajo la conducción de Néstor Gorosito, jugó un total de 32 partidos oficiales en los que solo pudo anotar tres goles. Su último encuentro fue el 7 de noviembre del mismo año, en una derrota 2-1 frente a Newell’s, ya con Leonardo Astrada como director técnico.
En su momento, la llegada del delantero generó tanto revuelo que los hinchas compraron caretas del famoso personaje de la película Shrek y una fanática hasta se caracterizó con un disfraz de la Princesa Fionna… que desapareció de inmediato cuando vieron los partidos del atacante.
Mariano Barbosa
Arquero que se formó en Banfield y debutó en Primera en el Taladro. Su nivel fue verdaderamente destacado y es por eso que en 2005 pasó al fútbol español para vestir las camisetas de Villarreal y Recreativo de Huelva. En 2008 regresó a Argentina para representar a Estudiantes, del Pincha pasó a River a préstamo en 2009 .
Gorosito se fijó en él, en una época en la que River no tenía un dueño del arco (estaban Ojeda y Vega) y lo buscó en Barbosa… pero tampoco lo encontró. En total fueron 7 partidos los que Barbosa atajó en River (le hicieron 9 goles), de hecho, tuvo participación en la Copa Libertadores de dicho año. Nunca dio sensación de seguridad y se fue. Tras su paso por Núñez atajó en Atlas de México y luego regresó a España para defender los arcos de Las Palmas, Sevilla y Villarreal.
Luciano Vella
A mediados de 2011, River descendió a la Primera Nacional . La decisión del club fue ir a buscar jugadores experimentados que pongan la cara en un momento difícil. Hubo llegadas de nombres de peso, entre ellos, el de Luciano Vella, que arribó desde Independiente. La B no fue un camino de rosas para el Millonario, pero con sacrificio logró ascender. El Tanito disputó 18 partidos esa temporada en la que le tocó competir por un puesto con Luciano Abecasis .
Su rendimiento fue tan bajo que terminó siendo cedido a Unión de Santa Fe en 2013 . Su paso por River fue tan intrascendente que muchos hinchas ni siquiera lo recuerdan (en Primera apenas jugó tres partidos). “No sé qué quieren los hinchas, que juegue como Maicon o Dani Alves” , fue el análisis que hizo Vella cuando recibió una catarata de críticas de los simpatizantes.
Marcelo Sosa
Sosa llegó a River en 2005 con la esperanza de ser el mediocampista defensivo que el equipo necesitaba (venía del Atlético de Madrid). Sin embargo, su rendimiento fue muy por debajo de lo esperado. No solo no pudo afianzarse en el equipo titular, sino que también mostró falencias en la recuperación del balón. Además, el uruguayo no logró adaptarse al ritmo del fútbol argentino y su paso por River fue efímero.
Poco más de seis meses después de su llegada (y un solo partido como titular), Marcelo Sosa fue transferido, dejando una huella negativa en la memoria de los hinchas. Su falta de compromiso y actitud dentro del campo de juego, fueron puntos clave en su contra para terminar de confirmar su partida. Está claro, el mediocampista será recordado como uno de los peores refuerzos en la historia del club de Núñez.
Kilian Virviescas
Virviescas llegó a Núñez a mediados de 2003 y permaneció solamente una temporada en el club. Apenas jugó 1019 minutos (divididos en 16 partidos) en los que no anotó goles, dio tres asistencias (una en la final de la Copa Sudamericana, en la que River caería ante Cienciano) y ganó el Torneo Clausura 2004. El colombiano no pudo afianzarse en el Millonario y luego de su fracaso, se fue a San Lorenzo.
Después pasó por el fútbol brasileño, regresó a Argentina a jugar en Gimnasia, estuvo en varios clubes de Colombia y en 2013 dejó la actividad profesional en Patriotas de su Colombia natal. Tras esa etapa, puso una escuela de fútbol en Bogotá. La duda permanecerá instalada sobre la capacidad para trasladar sus conocimientos en las jóvenes promesas cafeteras.
Martín Galmarini
Ídolo y figura en Tigre, Martín Galmarini llegó a estar dos años (de 2008 a 2010) en el elenco Millonario, aunque le tocó una de las peores épocas para jugar en club. En aquellos años, River empezó su debacle que terminaría en el descenso con planteles mal armados y técnicos que no dieron la talla. Disputó un total de 27 partidos que fueron rápidamente olvidados por la mayoría de los hinchas.
“En River me hicieron poner 1.000 dólares para comprar calzoncillos”, había dicho el lateral cuando se fue del club. “Reclamé la plata dos veces hasta que me di cuenta de que no tenía sentido hacerlo. Era un club que estaba en decadencia“, argumentó ante la prensa. La anécdota se remonta a un viaje a Canadá, en donde el Millonario atravesaba un durísimo momento económico.
Agustín Fontana
Fontana no dejó muy gratos recuerdos de su paso por el Millonario. El delantero que llegó proveniente desde Banfield no pudo acoplarse a las exigencias del equipo. Jugó muy pocos minutos y cuando lo hizo no dio la talla. Aun así, le guarda un profundo cariño y respeto a River. En el último tiempo, sin ser tenido en cuenta por Martín Demichelis, trabajó durante algunos meses a contra turno del resto del plantel. Sin embargo, siempre viajaba junto a la delegación para alentar a sus compañeros.
River le pagó U$S 1.750.000 a Banfield por el 75% de la ficha del atacante cuando estaba a seis meses de quedar libre, una gestión que llamó bastante la atención entre los hinchas. A lo largo de su estadía, disputó un total de 15 encuentros (apenas cuatro titularidades) y no pudo marcar goles. Agustín Fontana es uno de esos nombres que los hinchas de River quieren olvidar rápidamente cuando se lo nombra en alguna charla futbolera.
Nelson Rivas
Nelson Enrique Rivas López llegó a River a principios de 2007 proveniente de Deportivo Cali. El defensor arribó al Millonario recomendado por Omar Labruna, hijo de don Ángel y ex ayudante de Ramón Díaz. Con 23 años, ya había conseguido varios títulos en el fútbol colombiano. “Vengo para ser campeón. Soy una mezcla entre Yepes e Iván Córdoba”, afirmó el día de su presentación oficial.
Más allá del cariño y la simpatía que le demostró el hincha de River desde un comienzo, a Tyson Rivas (así lo apodaron por su porte físico y la rudeza para jugar) le costó hacer pie en el fútbol argentino. Luego de jugar solo 5 partidos, Daniel Passarella (DT de aquel entonces) lo borró del equipo.Tiempo después volvió a ser considerado, pero en total llegó a jugar apenas 14 encuentros oficiales.
Sixto Peralta
El paso de Sixto Peralta por River, no fue del todo convincente. Se dio en el año 2007 para el mediocampista que había comenzado su carrera profesional en 1996 en Huracán. “No haberme asentado en River fue una de las espinas de mi carrera. Tuve la suerte de coincidir con Ortega, pero jugué menos de10 partidos”, sostuvo el Mumo.
El Peralta que surgió en el Globo y brilló en Racing no tuvo nada que ver con el que llegó a River. Sus lesiones y la falta de continuidad lo obligaron a retirarse del Monumental con la frente marchita. Por el Millonario solo disputó siete partidos en los que hizo un gol, justamente ese único tanto fue ante al club que lo vio nacer como futbolista. Ya en el 2008 su destino fue el CFR Cluj de Rumania. Un tiempo más tarde se dedicó al básquet.
Jersson González
Lateral derecho colombiano, llegó a mediados de 2002 al River que dirigía Manuel Pellegrini , pero terminaría siendo solo un paso fugaz durante el segundo semestre de ese año. En una de sus primeras participaciones, Jersson estrelló un tiro libre en el palo e ilusionó a la gente con su buena pegada.
Más allá de esto, el entrenador chileno le dio muy pocas oportunidades (8 partidos en total), en los que nunca alcanzó un buen rendimiento. González se fue sin dejar huellas. Después de eso, se instaló en su país por el resto de su carrera, haciendo un recorrido por Centauros, América de Cali, Deportivo Pereira, Boyacá Chicó y Atlético Bucaramanga.
Fernando Crosa
Pocos recuerdan al central con la camiseta millonaria. Fue después de su aparición en Newell´s cuando prometía ser una garantía de seguridad. Aunque parezca mentira, estuvo entre los años 2003 y 2005, con un detalle particular: a poco de su arribo sufrió una lesión en el tendón de Aquiles de la pierna izquierda, fue operado y estuvo fuera de las canchas durante 6 meses.
A la hora de tener cierta regularidad, su producción fue tan pobre como su carrera descendente, ya que después continuó por Colón, Quilmes, Gimnasia, Talleres y Chacarita. En total, fueron 22 partidos y un gol en River. Por aquellos momentos, su hermano Diego, jugaba en Boca y se generó el morbo del cruce familiar en el Superclásico… algo que nunca ocurrió.
Rolando Zárate
Está claro, su nombre está plenamente identificado con Vélez Sarsfield. La calidad que mostró Roly en el elenco de Liniers no la pudo repetir en el resto de los equipos que jugó. El delantero fue un trotamundos y dentro de sus diversos destinos se encontró con la camiseta de la banda. Después de haber pasado efímeramente por Real Madrid y de haber ido a disputar una final para el Al Ittihad (a cambio de 300 mil dólares), en 2007 se produjo su arribo al Millonario.
Sin estar en sus mejores condiciones físicas y deportivas, Zárate llegó a River a préstamo por un año, proveniente del fútbol mexicano, teniendo en cuenta que al regresar a Vélez no encontró lugar y aceptó la propuesta para sumarse al equipo que dirigía Daniel Passarella. Debutó contra Gimnasia de Jujuy, marcando un gol a los pocos minutos de ingresar en reemplazo de Marco Rubén. Pero sería un espejismo: llegaría a jugar apenas 8 partidos y no volvería a convertir.
Daniel Vega
El Indio Vega hizo su debut en Primera en 2003 defendiendo el arco de Nueva Chicago. Tras descender en 2004 con el Torito, se quedó en el club y se convirtió en una de las grandes figuras que conseguirían el recordado ascenso en 2006. Para mediados de 2007, Vega despertó el interés de River, quien lo llevó para que pelee por un puesto con Ojeda.
Tras un año como suplente, Vega tuvo su estreno en el arco del Millonario en el Apertura 2008, más precisamente en octubre de aquel año y fue por una lesión del ex Rosario Central. Durante 2009 y el comienzo de 2010, el Indio fue el titular del equipo, pero eso cambió con la llegada de Juan Pablo Carrizo. Tras el descenso, Matías Almeyda le dio la titularidad a Chichizola, pero a comienzos de 2012, Vega se ganó el puesto y terminó atajando hasta el ascenso. La llegada de Barovero lo relegó al banco de suplentes y así fue hasta que se marchó del club en 2013.
Gustavo Canales
Sin demasiado nombre y en un momento caótico del club, panorama no muy alentador a la hora de explicar motivos para el fracaso en el paso de Gustavo Canales por Núñez. El andar del delantero venía de forma ascendente hasta que llegó a River. El mendocino había jugado en General Roca, Cipolletti y Aldosivi, hasta que en Chile se graduó como goleador.
Con 27 años, en al año 2010 arribó a un Millonario que vivía una tremenda crisis económica y que apenas reforzaba su plantel. Su andar no fue el mejor: en 14 partidos, Canales sólo marcó 2 tantos. Con el fracaso a cuestas volvió a cruzar la Cordillera para encaminar su carrera, primero volvió a Unión Española, para luego alcanzar sus mayores éxitos en la Universidad de Chile.
Martín Del Campo
Cuando Martín Del Campo firmó con River, un 9 de enero de 2003, fue honesto: “Sinceramente no lo esperaba”, dijo el defensor uruguayo, que se vio sorprendido cuando el entrenador Manuel Pellegrini se interesó en él. El lateral derecho venía de finalizar contrato con Nacional de Montevideo, su arribo generó expectativas, pero casi ni se puso la camiseta de River.
Entre los compromisos internacionales y locales, el defensor sólo disputó 4 partidos (tres de ellos como titular) . Claro, tenía a Ariel Garcé como rival para el puesto , que en ese momento mostraba un gran nivel deportivo. Cuando el entrenador chileno se fue a probar suerte a Europa, el jugador intentó recuperarse en otros equipos de Sudamérica hasta instalarse en el ascenso argentino (Atlético de Rafaela y Tiro Federal).
Andrés San Martín
San Martín llegó a River en el 2005, después de ser la gran figura de Banfield en la Copa Libertadores y con las expectativas puestas en hacer un correcto reemplazo de Javier Mascherano, quien ese mercado de pases abandonó el club. Sin embargo, el paso del Pelado no fue el mejor y en el medio tuvo un esguince de tobillo que lo sacó de la consideración por completo.
En su trayectoria por el Millonario fue dirigido por dos entrenadores: el primero fue Mostaza Merlo, quien lo pidió tras esa buena actuación en Libertadores con el Taladro. Y ya en el 2006, estuvo bajo las órdenes de Daniel Pasarella, pero este finalmente se inclinó por darle rodaje a Oscar Ahumada. Completó 27 partidos en River y marcó un tanto. Luego de eso, continuaría su carrera en Tenerife y Arsenal de Sarandí.
Robert Flores
River vivió un 2008 de extremos: en la primera mitad del año salió campeón del Clausura, pero el Apertura fue lamentable y terminó último en la tabla de posiciones. Hubo cambios entre un torneo y el otro, algunas salidas importantes y también una llegada que generó mucha expectativa: la de Robert Flores. “Quiero ser el nuevo Francescoli”, fue la frase que usó el mediapunta uruguayo cuando llegó cedido por el Villarreal como una promesa de 22 años.
La realidad es que Flores no tuvo un buen paso por River, club al que representó durante la temporada 2008-09, en la que apenas disputó 15 partidos y no le llegó ni a los talones al Príncipe, más allá de haber convertido dos goles (uno en su debut ante Colón). Luego de su ciclo en Núñez regresó a Villarreal, allí tampoco pudo establecerse y volvió a Uruguay para jugar en Nacional.
Bruno Urribarri
No son muchos los jugadores que tuvieron la posibilidad de jugar tanto en River como en Boca. Bruno Urribarri es uno de ellos: se terminó de formar en el Xeneize, tuvo su estreno en Primera, y años más tarde vivió días gloriosos (al menos en cuanto a títulos) con la camiseta de River en 2014. Ramón Díaz lo pidió y el lateral por izquierda llegó a Núñez para pelear por un puesto con Leonel Vangioni.
Estuvo hasta 2015 pero disputó apenas 7 partidos y consiguió títulos importantes como la Copa Sudamericana, el Torneo Final 2014 y la Copa Campeonato. Su rendimiento fue tan pobre que los hinchas se preguntan hasta el día de hoy cómo llegó al club. “Me fui porque no demostré tener el nivel para lo que necesitaba el equipo en ese momento”, afirmó años más tarde en una entrevista televisiva. Desde 2017 jugó en Patronato de Paraná hasta comienzos del 2022, cuando anunció su retiro del fútbol profesional.
Santiago Salcedo
En el Torneo Clausura 2008, el equipo no llegó a enamorar, pero se coronó campeón, por lo que para el segundo semestre de ese año la expectativa pasaba por pelear en dos frentes. Claro que, la realidad fue completamente distinta a lo planeado: último en el Apertura y eliminado en Cuartos de final de Copa Sudamericana. Entre los nombres que aparecieron para reforzar ese equipo, está Santiago Salcedo, quien venía de destacarse en Newell’s.
Pero el paraguayo pasó sin pena ni gloria por el Millonario. Jugó 16 partidos del Apertura bajo el mando de Diego Pablo Simeone y dos de la Sudamericana en el que River quedaría fuera de certamen a manos de las Chivas de Guadalajara al caer en el global por 4 a 3. Fueron 18 partidos en total los de Salcedo con la camiseta del Millonario, período en el que apenas anotó dos goles.
Juan Carlos Olave
El cordobés inició su carrera en Belgrano a mediados de los 90 y el Pirata es su club de referencia. Aunque pocos lo recuerden también pasó por River. Fue en la temporada 2005-06 cuando Daniel Passarella era el DT del Millonario. Solamente atajó un partido y fue en un amistoso contra la Selección de Panamá. Sin jugar ningún partido oficial, se fue al Murcia de España. Regresaría al país en 2011 para jugar en Gimnasia (fue el arquero que sufrió los 7 goles en el clásico platense) y le atajó el penal a Pavone en el Monumental, convirtiéndose en una pieza clave en el descenso del Millonario.
“Estuve cuatro meses. Es un club muy especial, justo estaba Juan Pablo Carrizo y cuando aparece un juvenil, le dan lugar para a futuro negociarlo. El lugar que era para mí, se lo dieron a él. Yo me vine de España a raíz de un problema familiar de Germán Lux, me dijeron que era para ser titular, sino no venía. A las dos semanas volvió Lux y no pude jugar”, explicaría hace un tiempo.
Luciano Lollo
El cordobés llegó en el invierno de 2016 desde Racing, donde había sido campeón y era uno de los referentes del plantel. Sin embargo, en ese momento se estaba recuperando de una lesión en el pie y cuandollegó a la revisión médica ni siquiera pudo subirse a la cinta para trotar y hacerse los estudios. En Avellaneda consideran la venta del defensor como la mejor operación de Víctor Blanco en la Academia. El marcador central fue transferido lesionado y nunca logró recuperarse: apenas sumó 16 partidos a lo largo de tres años en River, con niveles muy bajos de rendimiento. “Yo no metí el pie en la trituradora para estar dos años en una camilla”, dijo antes de irse.
Sin lugar en el equipo de Marcelo Gallardo tras sus constantes lesiones, Lollo, por quien el Millonario desembolsó 3.500.000 dólares, se fue cedido a Banfield en el 2019 para que, un año más tarde, el Taladro termine haciendo uso de la opción de compra en apenas 350 mil euros. En los festejos de la Copa Libertadores ante Boca, River lo marginó del poster del campeón.
Carlos Arano
Arano se formó en Racing y allí debutó en Primera División en el año 1999 de la mano de Ángel Cappa, un entrenador que marcaría su carrera. Chiche fue uno de los héroes del equipo que logró el histórico título en el Torneo Apertura 2001. Estaría cerca de otro título junto a Cappa en Huracán, donde mostró un muy buen rendimiento. Tiempo después se sumó a River y formó parte de un proceso nefasto.
Justamente, de la mano de Ángel Cappa, el lateral izquierdo arribó a Núñez en 2010. Con la salida del discípulo de Menotti, Chiche no perdió terreno y de la mano de Juan José López jugó como titular en partidos determinantes de la historia del club como lo fue la promoción ante Belgrano que derivó en el descenso del Millonario. Tras ese golpazo dijo que estuvo seis días sin llevar al colegio a sus hijos. Arano continuó con Matías Almeyda como entrenador, aunque en la B Nacional apenas disputó siete partidos.
Daniel Fonseca
En el verano de 2002, River rompió el mercado de pases con la llegada de Daniel Fonseca, delantero uruguayo surgido de Nacional que disputó el Mundial del 90 y pasó por Cagliari, Napoli, Roma y Juventus. Ese año decidió regresar a Sudamérica con la intención de llegar de la mejor manera al Mundial de Corea y Japón. Su primer partido fue un amistoso ante Boca en Mendoza. El Millonario caía 1 a 0, pero sobre el final tuvo un tiro libre: Fonseca tomó la pelota y la clavó en el ángulo para establecer el empate.
Luego sería quien definiría favorablemente la tanda de penales a favor del equipo de Ramón Díaz, convirtiéndose en héroe. Sin embargo, su mala relación con el DT lo alejó del club de manera inmediata ( “lamento haber perdido estos tres meses y tengo el Mundial dentro de cuatro. Me estás jodiendo la carrera. Así que te vengo a decir que me voy” , le planteó a Ramón). El Pelado apostó por un tal Fernando Cavenaghi que le dio muchas satisfacciones al Millonario.
Nicolás Bertolo
Uno de esos extraños casos del fútbol argentino. Se fue muy joven a Boca, debutó en el Xeneize y hasta ganó una Copa Libertadores. Varios años después, dejó un lugar en el que era ídolo para ponerse la banda roja. Y en River… volvió a ganar la Copa Libertadores. De locos. En River, Nicolás Bertolo consiguió también la Suruga Bank pocos días después de aquella victoria histórica.
Figura de Banfield, Marcelo Gallardo insistió para que se sume a su plantel. El Muñeco le dio muchas oportunidades, pero el cordobés no logró aprovechar ninguna. Cuando le consultan qué le pasó, siempre responde que no encuentra explicación. Su estadía fue tan misteriosa como sus pobres actuaciones. En el club de Núñez, disputó 23 partidos oficiales y no marcó goles, entre las temporadas 2015 y 2016.
Leandro Caruso
El delantero sorprendió en Godoy Cruz con una calidad notable, de allí a que muchos posaran sus ojos sobre él. Finalmente, llegaría a River para jugar toda la temporada 2010/11. Debutó en un amistoso contra Central Norte, donde anotó tres goles, y en su primer partido oficial dio una asistencia a Funes Mori para que el equipo le gane en su debut a Tigre. Casi siempre entrando desde el banco, en el Millonario jugó 22 partidos e hizo 4 goles, el más recordado a San Lorenzo.
“En ningún momento dudé ir a River. Llegué en un momento complicado de su historia, pero nunca lo dudé”, expresó en alguna entrevista. Tras sufrir el descenso con el peor River de la historia, su carrera se transformó en un tobogán hasta llegar a las categorías menores del fútbol argentino. Sus últimos pasos como profesional los dio con la camiseta de Dock Sud en la Primera C.
Josepmir Ballón
Mediocampista central peruano, que llegó por recomendación de Ángel Cappa para la temporada 2010/11. Ballón venía de tener un rendimiento destacado en Universidad San Martín de Porres, pero perdería terreno cuando Cappa dejó Núñez y en su lugar llegó Juan José López. Jugó 12 encuentros oficiales (632 minutos) con el Millonario, en siete de ellos fue titular, no marcó goles, recibió tres amarillas y no sufrió expulsiones.
Ballón es recordado por servir de comodín para que River utilice el viejo artículo 225 a favor de Erik Lamela. Como el peruano estaba desgarrado o era citado a su selección, un suspendido Lamela tardó en cumplir la sanción gracias al mencionado artículo. Ese fue su mejor aporte para un equipo que luchaba por no descender de categoría.
Jonathan Bottinelli
Fue uno de los peores negocios de River. En 2012, bajo la conducción de Daniel Passarella, el club de Núñez desembolsó una cifra cercana a los 2 millones y medio de dólares por el 60 por ciento del pase. Luego de un escándalo con la AFIP por triangulación a través del club Unión San Felipe de Chile, dejó de ser tenido en cuenta por Ramón Díaz y emigró a la Universidad Católica, a préstamo sin cargo (donde estaba su hermano Darío).
Quizás haya que darle cierta importancia a esos problemas legales, por el bajo rendimiento que Bottinelli mostró en River. Lo que sí está claro, es que el experimentado defensor rindió muy por debajo de las expectativas. Tanto rumor afectó su continuidad en el equipo, sumado a algunas cuestiones internas en el plantel. Su paso por River es considerado como uno de los más desastrosos de la historia.
Juan Esnáider
Su paso por Real Madrid y Juventus lo posicionaron como uno de los refuerzos de jerarquía en la historia del club. Delantero habilidoso y de buena pegada, una gran promesa que apareció desde la selección juvenil. Llegó a River de la mano de Ramón Díaz en 2002 que esperaba poder sacar lo mejor del goleador, pero su calidad nunca se vio en el Estadio Monumental y sus goles fueron una promesa fracasada.
Apenas 14 partidos y un solo gol para el delantero que quería sumar minutos porque Marcelo Bielsa le había dicho que “si lograba continuidad durante seis meses tenía chances de ir al Mundial de Corea-Japón”. Pero Esnáider se fue a las pocas semanas de haber llegado: “No me adapté ni tuve buena relación con el entrenador, no congeniamos desde el inicio. O no le gusté. Mi paso por el equipo fue negativo en lo futbolístico e inclusive en lo humano también, porque la pasé mal”, explicó alguna vez.
Marcelo Larrondo
Después de una larga y dura negociación con Rosario Central para llevarse al delantero que atravesaba un presente espectacular, River terminó pagando tres millones de euros (más de 37 millones de pesos) y se logró quedar con el jugador que había convertido 11 goles en 21 partidos jugados. Pese a que llegó como uno de los grandes refuerzos del mercado de julio de 2016, Larrondo nunca logró asentarse y el club tampoco recuperó la inversión que hizo por él.
Pero por una lesión en la rodilla izquierda, el delantero confeso hincha del Millonario pasó más tiempo en el quirófano que en cancha. En total fueron 14 partidos y dos goles entre mediados del 2016 y 2018, lo que significa que la entidad de Núñez pagó $2.678.571 por partido. Un monto inexplicable para los de la Banda. Con un préstamo a Defensa y Justiciay otro a Unión La Calera (Chile), el delantero se fue libre en enero del 2020.
Adalberto Román
Román llegó a River en 2010 y es recordado por cometer una insólita mano que encaminó la derrota de River en la promoción contra Belgrano. El pase del defensor paraguayo costó U$S 3.600.000 y, justamente, por el costo de su pase, su magro rendimiento y su fatídica noche en Córdoba, para muchos es considerado la peor contratación realizada por la institución de Núñez.
El zaguero de 1,77 había llegado al cuadro de Núñez con los pergaminos de un defensor experimentado y de jerarquía, procedente de Libertad de Paraguay. Sin embargo, en el Millonario nunca pudo demostrar ese nivel. Tras el descenso se convirtió en un exiliado futbolístico. En 2012 se fue a préstamo al Palmeiras, regresó para tener revancha de la mano de Ramón Díaz, pero solamente jugó cuatro partidos por una fisura que sufrió en la tibia y que lo marginó de las canchas durante seis meses.