LaSelección Argentinapuso en marcha su última doble fecha de Eliminatorias, donde ya consolidó su pase al Mundial de Qatar. El rival de turno fue Venezuela, dirigido por un viejo conocido en la Albiceleste: José Pekerman fue reconocido en La Bombonera, sobre todo por gran parte del CT que comanda Lionel Scaloni tras haberlos dirigido en su etapa como seleccionador nacional desde 2004 hasta 2006.
Para enfrentar a la Vinotinto, el DT de Pujato no se guardó nada. A pesar de tener varios suspendidos, el entrenador se decantó por nombres como Franco Armani, Germán Pezzella, Alexis Mac Allister y Joaquín Correa en el XI titular. Mientras tanto, los juveniles que habían sorprendido en la pre-lista se quedaron fuera del banco de suplentes.
Argentina mostró sus armas rápidamente, a pesar de no lograr la profundidad que tanto la caracteriza. No fue hasta los 35 minutos del primer tiempo, con el gol de Nicolás González, que el equipo no se soltó en su totalidad para mostrar el aceitado funcionamiento que logró consolidar de la mano de Lionel Scaloni. Con un rendimiento algo discreto, a la Albiceleste le alcanzaron un par de aproximaciones para irse al descanso con una leve ventaja.
En la etapa complementaria se vio la mejor versión del combinado nacional, con asociaciones más frecuentes y chances manifiestas de gol. Pero también se vio la respuesta de Venezuela que, lejos de generar peligro en el área rival, apeló a las constantes infracciones para intentar cortar el circuito de juego de Argentina. Joaquín Correa fue quien tuvo la oportunidad más clara en el inicio del segundo tiempo, pero no la pudo aprovechar dentro del área para ampliar la ventaja.
Con un incesante apoyo de la hinchada, en la despedida de la Albicelesteen su tierra antes de subirse al avión con destino a Qatar, el clima fue de fiesta. Sobre todo con el ingreso de Ángel Di María, que se encargó de poner el 2-0 con una exquisita definición tras eludir al arquero; una “pinchadita” fiel a su estilo.
El partido estaba liquidado, pero faltaba la obra del mejor futbolista del planeta. Di María, de brillante aparición en Brandsen 805, asistió a Lionel Messi y, lo que podría ser una definición azarosa para cualquier jugador, para la Pulga fue una nueva muestra de que es humano. Su remate mordido descolocó a Wuilker Fariñezy el marcador ya señalaba una goleada.
El final del duelo en La Bombonera fue a puro toque, con varias sustituciones de por medio y con una hinchada que no paraba de aplaudir a sus jugadores, mientras imaginaban todas las alegríaspodrían brindarles en el Mundial de Qatarluego de haber alcanzado su partido n° 30 sin conocer la derrota. Ilusionante despedida.