Entre fines de los 90 y durante toda la década del 2000, Argentina tuvo una camada de tenistas que dominaron el circuito, sobre todo en polvo de ladrillo. Se los conoció popularmente como la Legión Argentina y, al igual que Vilas unas décadas atrás, fueron responsables para que muchos chicos quieran jugar al tenis. Uno de los integrantes de la Legión fue Mariano Zabaleta.

El Negro, con su habitual simpatía dialogó en exclusiva con BOLAVIP en el Racket Club y repasó todos los temas. Sus inicios en Tandil, cómo fue el paso a profesionalismo, su primer título ATP, una final memorable contra el Chino Ríos en Hamburgo, el recuerdo de la final de Roland Garros de 2004 entre Gaudio y Coria, su victoria ante Roger Federer , el punto imposible que le ganó al suizo, cómo se gestó Tenis Pro, el retiro, la televisión y su actual función como vicepresidente de la AAT.

-¿Qué tiene Tandil que sacó tan buenos jugadores en los últimos años?

-Tandil es un lugar muy especial en mi corazón. Creo que es una ciudad en la que se respira mucho deporte y tiene una historia muy interesante de vida social, de clubes y creo que a nosotros nos pasaba con el tenis. Íbamos a nuestra clase de tenis en una época en lo que no había tantos problemas económicos y las familias mandaban a los chicos al club. Nosotros jugábamos al tenis, fútbol y a todo en el club, nos quedábamos jugando cuatro o cinco horas.

-¿Cómo surge tu pasión por el tenis?

-Yo vengo de familia de deportistas. Mi viejo jugaba al rugby, yo también. Era habilidoso en general y el tenis me gustaba y estaba la escuela de Raúl Pérez Roldán. Empezaron a venir a la ciudad jugadores de elite y había como una empresa armada profesionalmente con entrenadores y tuvo mucha suerte de estar ahí en ese momento. Tenía condiciones para jugar al tenis y además veía a Guillermo Pérez Roldán y me gustaba como entrenaba, como vivía, el auto que tenía y me gustaba todo eso, para mi era como ver a Mickey. Franco Davín venía y para mí era un rockstar, mi deseo de la juventud era ese, me gustaba la vida que tenían ellos cuando venían a Tandil y tan errado no estuve.

-¿Cómo fue el paso a profesional?

-No me costó el paso de juvenil a profesional. Siempre fui bueno, fui número 1 del mundo en juveniles y ahí fue un gran shock porque ser número 1 no es sencillo. Después me metí rápido en el profesionalismo y siempre lo tuve muy claro, yo a los 14 o 15 años sabía que iba a ser tenista profesional, no había otra opción en mi vida. No ponía en mi cabeza un obstáculo de margen de error, sabía que no iba a fallar.

-¿Cuáles eran tus sueños cuando empezaste en el profesionalismo?

-Primero era ser profesional y lo logré, después fui incorporando sueños de querer ser número 1, de ganar un grand slam, de ganar un Masters 1000. Mi cabeza no era la misma a los 14 que a los 19. Soy un apasionado por el tenis, lo amo, pero no sé si fue el amor de mi vida. Me mataba entrenando y todo, pero por ponerte un ejemplo, algunos jugadores seguían entrenando en sus vacaciones y yo las disfrutaba. El tenis fue una gran plataforma a todo lo que hago ahora relacionado al deporte y eso es hermoso.

Mariano Zabaleta en sus inicios. (Foto: IMAGO).

En noviembre de 1998, Mariano Zabaleta obtuvo su primer título de ATP. Fue en Bogotá ante el paraguayo Ramón Delgado por 6/4 y 6/4. Luego llegaría dos títulos más en su carrera: ambos en Bastad -Suecia- en 2003 y 2004.

-¿Qué sensación te recorrió el cuerpo cuando ganaste tu primer título de ATP?

-Fue algo increíble. Tenía 20 años, fue en Bogotá y la verdad que la sensación fue muy linda. Estaba empezando un proyecto de vida, porque yo siempre digo que el tenista es un emprendedor y vas viendo hasta dónde llegás. A los 20 años había logrado un objetivo muy importante que era ganar un torneo de la ATP, algo que muchos jugadores pasan toda una carrera sin conseguirlo. Todo fue muy rápido y me acuerdo la felicidad que sentí. Estaba en Bogotá, en un torneo de fin de año y yo venía de un muy buen año. Le había ganado a Peter Korda, que era número 2 del mundo, en Roland Garros, en la cancha central. Venía haciendo un poco de ruido en el profesionalismo ya con 20 años. Había tenido una lesión el año anterior y estaba volviendo y fue volver a meterme en la charla con los mejores.

-Y al año siguiente jugaste una final de Masters 1000

-Es una locura, fue todo muy rápido el proceso. Un sueño era ganar un Masters 1000 y llegué a una final con 21 años. Para que se entienda, jugadores como Del Potro ganó uno, Murray creo que cinco o seis y ellos son fuera de serie. Es dificilísimo ganar un Masters 1000 y a los 21 años tuve match point en la final. Me acuerdo que terminé 21 del mundo, si hubiera ganado ese partido quedaba 13. O sea, mi ranking estaba ahí, mi nivel también y lo sabía. Cuando perdí ese match point quedé triste, lloré, pero me acuerdo que dije ´me importa un huevo, voy a tener otras posibilidades´. Y la verdad es que nunca más llegué a una final de Masters 1000, hice semifinal en Roma y algunos cuartos de final. Si gana ese Masters 1000 en Hamburgo, el próximo objetivo iba a ser ganar un grand slam.

La final del Masters 1000 de Hamburgo entre Zabaleta y Ríos fue una de las más apasionantes de todos los tiempos del certamen alemán. Zabala venció en su recorrido a jugadores como Albert Costa y Tim Henman. El partido definitorio quedó para el chileno por 6/7 – 7/5 – 5/7 – 7/6 y 6/2.

-¿Qué me podés decir del Chino Ríos?

-Siempre digo que para mí el Chino Ríos es como Maradona. Es un montón decir que Ríos es como Maradona, pero lo digo por su estilo, por esa zurda, por su talento y hacía todo diferente. Yo había jugado varios partidos con el Chino y estábamos parejos en el historial. Ese partido fue increíble, duró más de cinco horas y él estaba como tres o cuatro del mundo en ese momento. A consecuencia de ese partido, él tiene una pubalgia y termina operándose. Hace poco hablé con él y me dijo ´Ese maldito partido, esa final que jugamos como cinco horas…´. Esa final la comparo cuando en el mundo del fútbol se dice que la pelota pegó en el palo y salió y así fue.

Rios le ganó a Zabala la final del Masters 1000 de Hamburgo en 1999. (Foto: IMAGO).

Argentina se midió a España por la semifinal de la Copa Davis en Málaga en una serie que enfrentó a los mejores jugadores de polvo de ladrillo del momento. Coria y Nalbandian fueron baja por lesión y Mariano Zabaleta se metió en el equipo y jugó un partido apasionante contra Carlos Moyá que quedó en manos del español en cinco sets. Los europeos se quedaron con la serie por 3 a 2 y avanzaron a la final.

-¿Qué me podés contar de aquella batalla contra Moyá en Málaga por la Davis?

-Fue una tristeza muy grande. A mí me pasó que nunca pude jugar bien la Copa Davis, fueron tres o cuatro veces. En cualquier otro país hubiese jugado 125 mil series, pero acá tenía siete jugadores delante de mí, porque Argentina tuvo mega cracks siempre y en mi época también. Cuando me citaban me tiraba de cabeza, representar a Argentina fue la sensación más grande de mi vida, no dormía, sentía mucha ansiedad y una responsabilidad muy grande y a veces no lo podía manejar. Yo contra Moyá iba ganando 2 a 0 y obviamente me empezó a jugar en contra la cabeza, me agarró un calambre mental. Es una situación que le pasa a muchos tenistas. Todos estamos preparados para jugar 20 horas, pero la cabeza me jugó una mala pasada. En definitiva, el héroe de la película es el que sabe manejar la cabeza, tiene más frialdad y menos emociones en ese momento. Yo soy muy emocional, me entrego a todo lo que hago y yo quería ganar por mí, por mis compañeros, por mi país. Fue una de las derrotas más tristes de mi carrera, porque creo que si yo ganaba podíamos pasar a la final.

Carlos Moyá fue uno de los mejores jugadores de polvo de ladrillo de las últimas décadas. (Foto: IMAGO).

Roland Garros 2004 fue la clara muestra de lo que era el tenis argentino en ese entonces. Gastón Gaudio le ganó la final a Guillermo Coria. Nalbandian había llegado a semifinales y Juan Ignacio Chela a cuartos de final.

-En 2004 llegaron dos argentinos a la final de Roland Garros por primera vez, ¿cómo lo viviste?

-Es un poco lo que te venía diciendo. Nosotros estábamos todo el tiempo en los primeros planos. Yo venía de ganar un ATP, una final de Masters 1000, nuestra camada estaba ahí siempre. Ese Roland Garros también tuvo a Nalbandian en semifinales, a Chela en cuartos, era una locura. Estábamos arrasando en el circuito en ese momento, por la mentalidad, por la capacidad de nuestros entrenadores, que son de los mejores del mundo. Esa final es una de las más vistas de la historia, dos argentinos en cancha, Vilas entregando el trofeo. Coria era imbatible en ese momento, pero se le terminó embarullando el partido y Gaudio supo jugar una gran final. Arrancó ganando fácil Coria y todo el mundo pensó que era un ratito más y levantaba la copa porque era le favorito, pero los calambres le jugaron una mala pasada y terminó ganando el Gato el mejor torneo de su vida.

Coria, Vilas y Gaudio, tres glorias del tenis argentino. (Foto: IMAGO).

-¿Te acordás qué hablaste con Gaudio después de esa final?

-El Gato es uno de los grandes amigos. Lo conocí a los 10 años, es el padrino de mi hija, es una relación muy afectiva. Todos los días hablaba con él durante ese Roland Garros, me acuerdo que me llamó a las 3 de la mañana el día previo a la final y me dijo que no podía dormir. Me acuerdo que me decía que necesitaba que se termine, la estaba pasando mal. Nosotros nos apoyábamos mucho en todo ese proceso porque las cosas no iban pasando casi en simultáneo. Me acuerdo que llegó de Roland Garros y fuimos a cenar con Chela que es muy amigo nuestro. Me acuerdo que el Gato nos dijo ´Yo les voy a decir una cosa, soy igual de choto que ustedes´, lo que nos quiso decir es que nosotros también podíamos ganar Roland Garros, y lo decía en serio.

En julio de 2004, pocas semanas después que Gaudio gane Roland Garros, Zabaleta lo vence en la final de Bastad y consigue así su tercer título ATP en su carrera.

-Poco después de Roland Garros le ganás una final al Gato en polvo de ladrillo, ¿qué recordás de Bastad 2004?

-Bastad fue el primer torneo que el Gato juega después de ganar Roland Garros y llegó a la final contra mí. El tipo venía con la confianza de ganar el torneo más importante y le gané, como para que veas el nivel que teníamos. Nuestra camada era de tenistas muy buenos, por ejemplo, yo le gané a muchos top 10. Éramos competitivos entre nosotros, después el que llegó a estar tres era porque tenía mejor cabeza y algunas armas más.

Gastón Gaudio y Mariano Zabaleta, una amistad de décadas. (Foto: Instagram Mariano Zabaleta).

Roger Federer es una institución en el mundo del tenis. Mariano Zabaleta se enfrentó al suizo en cuatro oportunidades y su historial marca: un triunfo para el argentino y tres para uno de los mejores tenistas de todos los tiempos. En esas tres derrotas, el Negro llevó a Roger al tercer set.

-Vos podés decir que le ganaste a Federer en un Masters 1000, ¿cómo fueron tus partidos contra Roger?

-Le gané la primera vez que jugamos que fue en el Masters de Miami, todavía no era el león, pero ya estaba en runrún que iba a ser número 1. Era un pibe que jugaba muy bien, en ese entonces yo también jugaba muy bien y le gané. Lo gracioso es que hace poco tuve una charla con mi hijo y no me creía que le había ganado, me pedía que le muestre un video, ja. Jugamos un par de veces más y yo me fui caliente porque yo pensaba que en polvo de ladrillo le tenía que ganar. Jugamos tres veces más y me ganó, en Montecarlo, en Roma y en Miami cuando ya era el gran Roger, dos veces lo llevé al tercer set. Chela una vez me dijo algo y tiene razón, cuando el partido estaba en el tercero, él aparecía con tres genialidades en momentos clave.

-Contame cuando le ganaste uno de los mejores puntos de la historia del tenis a Roger

-Me acuerdo que tenía un entrenador en ese momento que siempre me puteaba porque cuando me tiraba un globo en los entrenamientos yo corría y tiraba la gran Willy, que me gustaba, pero también por el costado y siempre se me iban a la luna o a la tribuna. Me gustaba tirarla, la practicaba y él se enojaba y me decía que yo podía llegar y recuperarla, pero que prefería tirar esa pelotudez, que no era profesional. Yo le decía que algún día la iba a meter y bueno… me tocó meterla en la cancha central de Roma contra el mejor del mundo, contra Roger. Y ahí metí uno de los mejores puntos de la historia del tenis, fue elegido en ESPN y en varios lugares más.

Mientras se destacaban en el circuito de la ATP, Mariano Zabaleta y Juan Ignacio Chela crearon Tenis Pro, un programa de televisión con cámara en mano que se emitió por Fox Sports y mostraba la intimidad del mundo del tenis con un gran sentido del humor. Por el programa pasaron muchos de los mejores tenistas de mediados de los 2000, entre los más destacados aparecen los nombres de Rafael Nadal, Roger Federer, Novak Djokovic y Guga Kuerten.

-¿Cómo nace Tenis Pro?

-Yo toda la vida mamé televisión en mi casa. Tete Coustarot es la hermana de mi mamá y entonces siempre estuve involucrado. No es normal que a los 22 o 23 años, cuando estaba en un gran momento en el circuito se me ocurra hacer un programa de televisión. En ese momento habían salido las camaritas de mano para grabar y las usábamos mucho. Así surgió Tenis Pro y sin saberlo inventamos un formato, porque en ese entonces no se usaba el formato de cámara en mano. Fox nos dice que no existe un programa así y nos propone mandarnos un cámara, pero les dijimos que no porque se iba a perder naturalidad. Había un editor, que se llama Diego, y nosotros les mandábamos el material. El programa se hizo cuatro años y fue un éxito. Grabábamos durante todo el circuito como para que se pongan en contexto, no existían las redes sociales, entonces nosotros grabábamos y todos nos miraban, se reían y nos preguntaban qué era lo que estábamos haciendo y se reían y seguían de largo, así nos pasó con Roger. Al principio lo hice con Chela, después se sumó el Gato y lo hicimos durante cuatro años, hasta que nos aburrimos.

Juan Ignacio Chela, otro de los grandes amigos de Zabala del mundo del tenis. (Foto: Instagram Mariano Zabaleta).

-¿Cuáles fueron momentos inolvidables de Tenis Pro?

-Hay un montón, muchas entrevistas ni siquiera están subidas a YouTube, pero hay entrevistas a Federer, también con Djokovic que le hicimos poner unos anteojos después de hablar durante 20 minutos. Me acuerdo también que llamó Maradona y quería jugar al tenis y grabamos dos horas acá en el Racket Club. Caniggia también estuvo, era el programa en el que los jugadores querían estar. Era el Instagram del tenis del momento.

Juan Martín Del Potro es un poco más joven que los integrantes de la Legión, así y todo supo ganarse un lugar en el grupo y para eso fue importante Mariano Zabaleta, quien lo integró ya que lo conocía desde hacía varios años ya que ambos son de Tandil.

-¿Cómo se integró Delpo al grupo?

-Delpo era de Tandil y se metió. Me acuerdo que cuando hice final en Hamburgo entrenaba con él cuando tenía 14 años. El padre me preguntaba qué onda y yo le decía que no importaba quién lo entrene, que él iba a llegar porque jugaba un huevo, que ni se preocupe. Es impresionante lo que jugaba y así fue. Me acuerdo que a los 16 años me dijo que tenía el sueño de ganar el US Open y es increíble porque lo terminó ganando. Ya lo tenía metido entre ceja y ceja.

Juan Martín Del Potro. (Foto: IMAGO).

En el mundo del tenis se conoce como Big 3 a Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic ya que son considerados los mejores tres jugadores de todos los tiempos. Más allá de los gustos personales, lo que no se puede negar es que son los tres tenistas que más títulos de grand slam ganaron en la historia.

-¿Tenés algún preferido del Big 3?

-Rafa, porque lo conocí más en profundidad, lo conozco de chiquito. Después matemáticamente, el más grande es Djokovic porque es el que más grand slams ganó. Siempre digo que está la matemática, pero también está el gusto y eso es subjetivo. Roger es la excelencia absoluta, Nadal y Nole también, pero si tengo que elegir uno me quedo con Rafa porque me identifico con su estilo de juego, de dejar todo en la cancha y gritando que con Roger que era una calesita jugando, la perfección.

-¿Cómo afrontaste el retiro?

-En mi caso yo lo tenía muy claro. Los últimos dos o tres años ya no sentía la misma pasión y tenía inquietud por otras cosas, como había sido lo de Tenis Pro. Me retiré y me adapté rápido, empecé a trabajar en televisión, en ESPN y cuando uno deja de jugar le busca una vuelta a cómo adaptarse nuevamente y yo lo hice con la televisión. Al mismo tiempo me puse a hacer cosas con mi productora y soy muy feliz con lo que hago. Amo con locura lo que hago actualmente y si bien se extraña el tenis, la competencia y esa adrenalina, en mi trabajo actual también lo siento. Uno puede tener dos o tres amores en la vida y a mí me pasa eso con el trabajo.

Zabala formó parte durante años del emblemático ciclo Pura Química, emitido en ESPN. (Foto: Instagram Mariano Zabaleta).

-Sin embargo, después del retiro fuiste subcapitán de la Copa Davis

-Sí, Martín Jaite es un gran amigo mío y era capitán en ese momento y me convoca para ser subcapitán y siempre le voy a estar agradecido porque yo sentí que fue una doble capitanía. Siempre me dio espacio absouto para decidir, para opinar y fue una experiencia muy buena porque era un equipo bravo. Estaba Nalbandian, Del potro, Mónaco cuando era top 10… tuvimos una semifinal y había que lidiar con un montón de cosas. Yo probablemente no lo sea, pero sé que si el día de mañana quiero ser capitán del equipo ya cuenta con esta experiencia, porque es muy difícil pasar a ser capitán si no hay experiencia previa. Si bien no la ganamos, hicimos semifinal y fue un privilegio estar ahí con los jugadores y jugando contra potencias del mundo.

El Negro ocuo el rol de subcapitán del equipo argentino de Copa Davis. (Foto: IMAGO).

Después de varios intentos fallidos, la Copa Davis quedó en manos de Argentina en 2016 con un Juan Martín Del Potro descomunal y muy bien acompañado por jugadores como Leo Mayer, Facundo Delbonis y Guido Pella, todos ellos capitaneados por Daniel Orsanic. La victoria ante Croacia en condición de visitante fue heroica.

-En 2016 se logró ganar la Davis después de tanto tiempo…

-El argentino es muy emocional con su país y todos lo sentimos así. A veces lo digo en mesas íntimas de tenis que se terminó ganando la Copa Davis por la excelencia de los jugadores, por el gran capitán que fue Daniel Orsanic y por los jugadores: Del Potro, Delbonis, Leo Mayer, Berlocq, también jugó Mónaco. Pero yo creo que es todo parte de un proceso. Hay una historia de 15 años de Argentina llegando a la final, a la semi, a la final y a la semi y esos chicos se criaron viendo eso por televisión. Entonces ellos vieron hasta dónde llegaba Argentina, dónde estaban los errores, qué decía la prensa y esa experiencia les sirvió. Ellos son héroes de nuestro país y merecen una estatua porque la ganaron, pero hay un proceso anterior que inclusive viene de Vilas y Clerc.

Los héroes argentinos que conquistaron la Copa Davis 2016. (Foto: IMAGO).

Luego de algunos años en la televisión y manejando una exitosa productora, Mariano Zabaleta decidió involucrarse en la dirigencia del tenis argentino y se presentó como vicepresidente en la lista que encabezó Agustín Calleri. En 2018, los integrantes de la Legión ganaron y le dieron un nuevo enfoque a la AAT.

-Actualmente sos vicepresidente de la AAT, ¿cómo se dio?

-Nosotros, hace seis años, nos juntamos una gran parte de lo que fue la camada de la Legión. Creo que estábamos todos, absolutamente todos, planteando que queríamos involucrarnos en la Asociación Argentina de Tenis, porque amamos el tenis. Hicimos una calampa legal, como se tiene que hacer, hablamos con todos los clubes, había muchos ex jugadores y presidentes de clubes involucrados en nuestra lista, se hizo una votación y ganamos. Estoy extremadamente feliz del trabajo que estamos haciendo con Agustín. No me quiero olvidar de nadie. Flor Labat, Flor Molinero. Bueno, un montón de gente. Chucho Acasuso estuvo principio es un laburo increíble. Después empezó a viajar con Pella. Martín Jaite, César Francis, un montón de gente laburando.

Desde 2018, Mariano Zabaleta es vicepresidente de la AAT. (Foto: Instagram Mariano Zabaleta).

-¿Qué cambios implementaron?

-Se labura gratis se va a un contexto, a mi criterio, de que de repente nunca puedas tener gente capacitada real en esos puestos. Nosotros con Agustín Calleri por supuesto que no cobramos, se labura gratis y de corazón con la camiseta puesta. Lo que sí que armamos es un proyecto de profesionalismo absoluto, se contrató gente profesional, se consiguieron diez veces más sponsors de lo que fueron los últimos 30 años. Se armó un sistema para que salgan más jugadores que hoy se está llevando a cabo. Fue muy difícil los dos o tres primeros años porque no había un mango. Yo me acuerdo que mujer, gente me decía no entiendo para qué carajo te metiste en esto, porque me llamaba la gente que manejaba finanzas y me decía tenemos guita para dos meses más, no hay plata para pagar los sueldos y yo de ese lado estuve mucho tiempo sin dormir.

-¿Qué me decís de la actual camada de jugadores?

-Es es impresionante. Me saco el sombrero con Seba Báez porque tiene un corazón enorme, un juego y una cabeza ganador, además de futuro impresionante. Su entrenador, Seba Gutiérrez hizo un laburo fuera de serie, como lo lleva la verdad. Fran Cerúndolo es impresionante. La derecha que tiene, el saque, la mentalidad… también está volando. Todos tipos que están ahí, 20 del mundo. Su entrenador, Kevin, la rompe toda. Ahora incorporó a Franco Davin, uno de los mejores en todo el mundo. Muy inteligente de Fran incorporándolo, una persona que ganó grand slam con Gaudio y con Del Potro. Al incorporarlo a su equipo es como decir un equipo de fútbol lo llama Guardiola para que me diga algo. Golazo. Tomy Echeverry hace un gran laburo. El año pasado metió cuartos de final en Roland Garros. Son pibes que están creciendo, son sus primeros años en el profesionalismo. Imagínate con tres, cuatro años de experiencia lo que van a ser.

Seba Báez, uno de los mejores tenistas argentinos del momento. (Foto: IMAGO).

-Pusieron el foco en el tenis femenino y hoy en día hay buenos resultados

-Cuando entramos a la Federación, el equipo argentino masculino por supuesto que competía en Primera División y las chicas estaban en una división más abajo. El equipo masculino llevaba kinesiólogo y las mujeres no les daba bola nadie. Automáticamente al equipo femenino pasó a tener exactamente lo mismo que el de varones. ¿Para qué? Para que estén más cómodas, para que confíen, para que esté más contentas, para que pueda ser atendidas, para que jueguen torneos. Se hicieron más torneos de mujeres, un montón más. Gran parte del presupuesto va para las mujeres, porque el tenis femenino no es que estaba descuidado, estaba desenchufado directamente. No es solamente enchufarlo y enchufar. Hay que empezar a trabajarlo. Flor Labat hizo un laburo impresionante. No me quiero olvidar de Mecha Paz.

Nadia Podoroska, una de las tenistas más talentosas de Argentina. (Foto: IMAGO).

Sin dudas, la gloria máxima del tenis argentino fue, es y será Guillermo Vilas, un jugador sin igual que además de hacer maravillas dentro de una cancha fue quien hizo que muchos chicos quieran jugar a este deporte que no estaba entre los más populares del país.

-Guillermo Vilas es…

-Es lo más grande que hay, todos estamos acá porque somos hijos de Guillermo Vilas. Él popularizó el tenis, lo sacó del elitismo. Guillermo fue el que dijo que la entrada, en vez de valer 50 dólares iba a valer 2 dólares y llenó el estadio. Él empezó con esa visión de popularizar el tenis, entonces es lo más grande que hay. Fue nuestro Maradona y el que abrió la puerta.

Roger, Guillermo y Nole, tres leyendas del tenis. (Foto: IMAGO).

Mariano Zabaleta es un apasionado, lo es en la actualidad como vicepresidente de la AAT, lo fue como jugador. Supo codearse con los mejores, llegó a ser número 21 del mundo, ganó títulos, jugó una final de Masters 1000 y la Copa Davis, además de eso se dio el lujo de crear un formato televisivo. Sus éxitos como deportista no impiden que siga siendo aquel muchacho simpático de Tandil que habla del deporte que eligió con gran devoción y al que se le iluminan los ojos cuando se refiere a Guillermo Vilas.

La entrevista completa a Mariano Zabaleta