Anoche, Boca le ganó un partido importante a Huracán en el Tomás Adolfo Ducó por 3 a 0. Lo vital de este duelo era porque, de obtener los tres puntos, se podía colar al tercer puesto del campeonato porque ni Vélez, ni Lanús ni Estudiantes ganaron sus respectivos juegos así pudieron sobrepasarlo para quedar solo detrás de de River y Talleres.
En este encuentro, los goles los convirtieron Agustín Almendra, Luis Vázquez y Marcos Rojo, siendo el gol del zaguero el primero que metió en los 90 minutos con la camiseta de Boca, ya que anteriormente si había facturado en tandas de penales. Y justamente desde los doce pasos fue como llegó su primer tanto con la azul y oro.
La infracción la sufrió nuevamente Marcelo Weigandt luego de una majestuosa corrida como lo había hecho en el partido anterior ante Lanús, y al entrar al área sufrió un contacto que lo tumbó, y luego fue Rojo quien se encargó de patearlo, clavandola en el ángulo izquierdo de abajo.
Al festejarlo, lógicamente todos sus compañeros se aceraron para abrazarlo, pero estos fueron en su mayoría los suplentes que estaban cerca de la zona del arco del Globo, además de los delatenteros, quiene se encontraban agazapados ante un hipotético rebote del penal. El resto de los jugadores de Boca estuvieron más cerca de sus posiciones de juego.
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Y por ese motivo, todos ellos fueron felicitando uno por uno al autor del penal cuando regresaba a la zona de la zaga con Carlos Izquierdoz, momento que fue captado por las cámaras de TNT Sports. Primero, de paso, saludó a Briasco, luego pasó por Rolón, seguido de un abrazo con el Cali, para finalmente chocar manos con el Chelo Weigandt, el autor de la falta que generó el penal. No se olvidó de nadie.